Exhibir a los gobernadores que no asisten a las reuniones de seguridad puede tomarse como una manera de presión para que actúen ante la grave inseguridad que vive el país, lo cual puede ser positivo, pero lo cierto es que estas reuniones no han servido para resolver el problema que ya no es de violencia, sino de ingobernailidad, consideró Sabino Bastidas, analista y consultor político.