Porque una cosa es jugar al gato y al ratón con las tácticas, subterfugios y demás, estirándolo hasta el límite, e intentando ser el más listo de la clase… y otra cosa muy diferente llegar a incidir en eso hasta tal extremo, que acabas haciendo el más espantoso de los ridículos en un esperpento de niveles siderales.
El caso es que la Pole se la adjudicó Charles Leclerc, sí, repitiendo lo de hace siete días… pero casi se podría decir que lo ha hecho más por “casualidad” (en una parte), y por “incomparecencia” del resto (por otra parte), que por competitividad pura y real (que también tenía). Más adelante desarrollaré y argumentaremos esto que escribo.
Segundo finalizó Lewis Hamilton, en idénticas circunstancias que el monegasco (y que todos los demás), a pesar de que hoy podíamos haber disfrutado de una lucha terrible por la primera plaza entre el inglés y los hombres de Ferrari, pues las diferencias eran de centésimas. Y tercero, en iguales circunstancias, partirá el otro monoplaza de la estrella de Valtteri Bottas. Esta parrilla perfectamente podría ser la resultante de una jornada “real”… pero la que nos tocó ver no fue así… fue vergonzosa y nos quedamos cortísimos si la adjetivamos de descafeinada.
Carlos Sainz, que partirá séptimo, casi fue el único que hizo algo para librarse de toda esta absurda situación que les reflejamos, junto al propio Leclerc, y veremos en qué queda el asunto, pues ahora mismo está abierta una investigación al respecto en la que se involucran todos los monoplazas de Q3, salvo Kimi Räikkönen.
Y estos son, de momento y provisionalmente, los resultados y tiempos de esta estúpida sesión de clasificación para el Gran Premio de Italia de 2019:
