Medio Ambiente

¿Cómo conservar nuestros sistemas arrecifales? 1ª PARTE: Rodrigo Navarro

Publicado por
José Cárdenas

Rodrigo Navarro

 

 

 

Viviana y sus amigos estaban ayudando a recoger el sargazo cerca de las playas de Tulum. El trabajo para los participantes en el programa de empleo temporal es inhumano. El sargazo mojado pesa diez veces su peso seco, se recoge a mano y en el mejor de los casos con carretilla. En el calor infernal de este verano tiene que usar pantalones gruesos y camisa de manga larga. No hay tapabocas y usan pañuelos, pues el olor fétido es asfixiante y nocivo para la salud.

Así que decidieron ayudar y aportar su granito de arena, cuando Mónica encontró el rastro de un nido de tortugas que había eclosionado en la noche. Siguiendo el rastro encontraron entre el sargazo a más de 25 tortuguitas muertas. En un nido de 100 huevos solamente una llega a adulta debido a los depredadores. Las tortuguitas escarban en el nido y utilizan prácticamente toda su energía para llegar al mar. Cualquier obstáculo, y vaya que el sargazo lo es, les resta posibilidades para sobrevivir. En su mente Viviana escuchaba las palabras del presidente la semana anterior, lo del sargazo no es un problema tan grave.

Taller palabra que da un nombre, una densidad. En educación implica combinar la teoría con la práctica. Y eso hicimos. Junto a Earth Journalism Network, EJN; REMPA, la Red Mexicana de Periodistas Ambientales de la que soy miembro fundador; Comunicar para Conservar y Ocean Futures Society de Jean Michel Cousteau Yucatán, convocamos a un taller sobre Manejo Costero y sus efectos en el Sistema Arrecifal Mesoamericano, SAM, Fabián Carvallo el director de REMPA y un servidor a 15 periodistas ambientales de Guatemala, Honduras, Francia, México: 5 de Quintana Roo, dos de Jalisco y 4 de CdMex. Hubo dos de ellos que fueron participantes y expositores. Había prensa escrita, radio y televisión.

¿Qué puede lograr un evento como este? Una manera de congregarnos y estar presentes más que nada para preguntarnos sobre cómo nuestros actos cotidianos afectan a la naturaleza, en concreto al arrecife coralino. Cuatro intensos días que se quedaron en nuestras notas de prensa y sobre todo en nuestras vidas, que tocaron nuestro corazón y nuestras conciencias.

Esto que venimos a compartir, es un medidor de nuestros impulsos de consumo. Los psicólogos hablan de impulso (pulsión) cuando ejecutas los actos de manera inconsciente y como si en ello te fuera la vida. Y estas pulsiones están poniendo en peligro nuestra sobrevivencia como especie en el planeta, y de paso también a miles de otras especies, víctimas colaterales. Los periodistas tan solo preguntamos, tratamos de acomodar nuestra visión a una realidad objetiva que nos ofrecen nuestras indagaciones.

¿Cómo extraer una lección del deterioro y del desgaste, del deterioro de nuestra calidad de vida? El Capitán Cousteau decía que el ser humano se va acostumbrando a este deterioro y lo ve después como algo normal. Al final pretendemos que los productos del taller cuenten historias de éxito en la conservación, acciones que se contraponen a este deterioro, a esta ilusión de que el consumo excesivo es el camino adecuado. Pretendemos un equilibrio en el juego discursivo. Al principio me preguntaba qué será lo que resonará en los participantes después de taller.

En una visita a campo a Punta Sur en la parte oriental de la isla encontramos montañas de sargazo, estas que no son un problema y encontramos plástico. Objetos de Cuba, de África, de Brasil, de Colombia. Una botellita de agua que decía amigable con el ambiente. A esa práctica se le llama green washing. Objetos que activan recuerdos, ideas y acciones en la mente humana. Objetos viajeros intercontinentales que nos trasladan en el tiempo y espacio. Destructores del ambiente y expansivos que se agregan con miles de cómplices. Son como vimos una mentira, un espejismo de progreso que nos ahoga en basura indestructible.

Intentamos interceptar el lenguaje del plástico, de esa materia indestructible que nos hace padecer. Del sargazo, de nuestras descargas de agua sucia, del impacto del turismo masivo, de la deforestación. ¿Cómo la experiencia personal se vuelve pública o política a través de los objetos, de la vivencia? Nuestras sesiones fueron interrogatorios continuos que generan a su vez más dudas. Al centro, cómo poder evitar la catástrofe inminente en un mundo polarizado y dividido. A río revuelto…

Esperamos influir en la manera de los periodistas de ver al mundo, de registrar, de rastrear, analizar y desplegar un archivo minucioso de nuestro vínculo con la naturaleza. No deberíamos comprenderlo como algo inevitable, que nos clausura y aniquila sin remedio, más bien una percepción consciente hacia lo que como comunidad empoderada podemos lograr. Es visibilizar aquello que perdemos de vista en la velocidad del mundo, en nuestra prisa por sobrevivir, por darle de comer a nuestros seres queridos.

Pretendemos detenernos y comprender qué y cómo consumimos el mundo, nuestro capital de vida, lo que nos sostiene y da vida, esencia. La posibilidad de recuperar aquello que se pierde en cada segundo a lo largo de nuestras vidas. ¿A dónde se van las percepciones que ignoramos, que olvidamos, que pretendemos ignorar? Trataremos querido lector recuperar estas sensaciones e ideas olvidadas.

Cuatro días de experiencias teórico-prácticas para intentar lograrlo. Combinamos experiencias en el campo en una visita al polígono del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, PNAC manejado por la CONANP. Nos acompañó Erika encargada del monitoreo del área natural protegida y durante el trayecto explico la importancia la conservación del arrecife y la participación de la comunidad en ello. También la labor de la CONANP en la protección de la costa de Cozumel con dos ANP´s, el PNAC y el Área de Protección de la Flora y la fauna Isla Cozumel, que junto a las tres áreas estatales permitieron a la isla su inclusión como parte del programa Man and Biosphere, MAB de la UNESCO.

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José Cárdenas