Gracias por asomarse a la Ventana…
Es normal que durante las campañas electorales el ambiente se polarice entre dos o tres corrientes políticas…
Los ataques y las descalificaciones suelen prevalecer por encima de las propuestas, pues llaman más la atención del electorado…
Tras las elecciones, la situación tiende a distenderse…
El presidente, ya investido, suelen abandonar su rol de candidato para asumir el de jefe de gobierno. Debe presentarse no como el favorito de una parte del electorado sino como presidente de todos los ciudadanos…
No es lo que hemos visto con el gobierno de López Obrador…
El discurso polarizador continúa, los adversarios son descalificados, moral y políticamente, antes de ser reconocidos como interlocutores legítimos y responder con argumentos ante las críticas. Opositores, disidentes y críticos aparecen en el discurso presidencial como enemigos del pueblo y del gobierno; deben ser aislados y neutralizados, en lo posible…
¿Por qué?…
Porque López Obrador no sólo busca encabezar un nuevo gobierno, sino instaurar un nuevo régimen monolítico, y todo lo que proviene del anterior debe ser descalificado como inválido y hasta perverso…
Porque López Obrador exige también que el nuevo partido gobernante preserve e incremente sus posiciones de poder, lo cual implica que el presidente debe estar en campaña permanente, no para integrar y conciliar, sino para polarizar y excluir a sus adversarios…
Todo esto, lejos de profundizar la democracia, genera el elevado riesgo de perder el camino andado en favor un nuevo poder total y absoluto…
1 comentario
Eso hubiera sido si todos los que perdieron se hubieran sometido a las premeras decisiones del nuevo gobierno, pero, que paso, todos los chayoteros que antes recibían millones de pesos y que sabían que era lo primeros que iban ha perder esos millones, y que además debian defender las obras que representaban al gobierno anterior como el NAIM, que era un monumento a la corrupción, y que los chayoteros siguieron defendiendo a todos los ratas. Ahora estan chillando porque el presidente les llama fifis, y que no dan ningún argumento valido para que no se les llame fifis.