A pesar de prometer apoyo total al asediado régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro, Rusia comenzó a mostrar signos de duda sobre su capacidad para sobrevivir a un desafío de la oposición.
Aunque Moscú no ha renunciado a su respaldo público a Maduro, reconoce cada vez más que el desastroso estado de la economía de Venezuela está agotando inexorablemente lo que queda de su apoyo público, dijeron dos personas cercanas al Kremlin. Al mismo tiempo, la renuencia del ejército a reprimir a sus propios ciudadanos limita su capacidad de usar la fuerza para aplastar el desafío a su gobierno, mencionó la fuente, que pidió no ser identificada porque el tema es delicado.
“Desafortunadamente, el tiempo no está del lado de Maduro”, dijo Vladimir Dzhabarov, primer vicepresidente del comité de asuntos internacionales en la cámara alta del parlamento ruso. “En una situación de empeoramiento de la crisis económica, el estado de ánimo en la sociedad puede volverse rápidamente en su contra”.
Durante años, Rusia junto con China han sido un importante apoyo de Maduro, con vínculos que se remontan a 1999 cuando su predecesor Hugo Chávez llegó al poder.
Gracias a esto, Venezuela obtuvo miles de millones de dólares en préstamos e inversiones, la mayoría por el gigante petrolero estatal Rosneft PJSC, y está luchando para proteger sus intereses mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensifica sus esfuerzos para expulsar al líder venezolano, paralizando la economía del país con sanciones.
A pesar de la historia de apoyo, Moscú ha descartado proporcionar dinero nuevo a un aliado que tuvo que reestructurar sus deudas anteriores.
Fuente: Bloomberg