Las personas somos seres sociales por naturaleza, pero hay quienes presentan dificultades para entablar lazos amistosos o simplemente no logran sostener una conversación por mucho tiempo. Ello se debe a la incapacidad de comprender las ironías, bromas o comentarios con doble sentido, siendo esos factores un obstáculo en la relación. Aunque se podría pensar que se trata de un capricho en la conducta, no es así. Las características mencionadas hacen referencia a las que presenta una persona con asperger.
Definición. El síndrome de Asperger es parte de un conjunto de trastornos agrupados como Trastornos del Espectro Autista (TEA), en los que también figuran el trastorno desintegrador infantil y el autismo, según señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una publicación realizada en 2016.
Pero, ¿qué es el Síndrome de Asperger? El doctor Hugo Sánchez Castillo, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que este trastorno del desarrollo forma parte de lo que se conoce como uno de los síndromes del espectro autista, lo cual significa que es básicamente un autismo, pero menos severo. “Se cree que tiene un origen genético, por ejemplo, los gemelos presentan una alta prevalencia, es más probable en hombres que en mujeres, tanto en adultos como en niños y se ha encontrado que puede ser multicausal”, indica el psicólogo.
“Podemos identificarlo muy fácilmente, los pacientes pueden presentar algún tipo de conducta repetitiva, tienen problemas de sociabilización, problemas de aislamiento, problemas en cuanto a seguir las normas en un grupo. Presentan también problemas de concentración y memoria, lo cual en muchas ocasiones, puede confundirse con déficit de atención e hiperactividad, por lo que hay que tener mucho cuidado en la identificación de estos pacientes de forma general”, sostiene Sánchez Castillo.
Causa. La realidad científica indica que podría estar relacionado, principalmente, al factor genético. Al respecto, Paola Vásquez Espinoza, doctoranda en Medicina y Neurociencias, señaló que se trata de una condición que “no es adquirida, sino más bien congénita”. Por otro lado, Luciana Augusto Della, psicóloga en el Equipo de Investigación y Trabajo en Autismo, agregó que “todavía no se sabe cuáles son los genes involucrados, pero se tiene la certeza de que es multifactorial, es decir, son como 16 genes involucrados”.
Signos y síntomas. Una de las principales características en un asperger es que le resulta problemático sociabilizar, y aunque son conocidos por ser muy brillantes intelectualmente, cabe señalar que no todos los pacientes son necesariamente genios. “Las personas con asperger no tienen problemas dentro del desarrollo del coeficiente intelectual normal y, en algunos casos, es superior. Suelen, asimismo, especializarse en algo determinado y ello hace que destaquen”, señaló Vásquez Espinoza.
Tratamiento. Para poder atenderlos, primero es necesaria una correcta identificación del Síndrome, es muy importante no confundirlo con ansiedad o depresión infantil. Desde el diagnóstico, los familiares deben manejar un tipo de información adecuada sobre el síndrome para que puedan ayudarlo a superar las dificultades. “Lo que se requiere es un trabajo a nivel de los procesos sociocinéticos, esto quiere decir, comprender cómo influye lo externo dentro del neocórtex, la región de cerebro que se encarga del pensamiento abstracto”, señaló la experta. Por su parte, Luciana Augusto agregó que con la ayuda de un especialista, “ellos pueden aprender a regular su conducta, así como lidiar con las situaciones del día a día”.
“Un sólo signo, un sólo síntoma no es igual a autismo, por ejemplo, muchos papás se preocupan porque dicen ‘mi hijo tiene retrasado el lenguaje, tal vez es autista”. No, claro que no, muchas veces el retraso del lenguaje puede ser uno de los síntomas del autismo; sin embargo, no significa que sea autista. Hay que recordar que tiene que venir acompañado de una conducta antisocial, con un problema de atención, de concentración, con conductas repetitivas”, aclara el experto.
Entonces, argumenta Sánchez Castillo, el conjunto de signos y síntomas permite a los expertos de la salud un correcto diagnóstico del padecimiento, por eso es necesaria una evaluación global del infante para no caer en diagnóstico erróneos.
Una vez que es identificado, las formas de tratamiento varían respecto con la severidad del paciente, hay algunos que con el fármaco que se utiliza para el déficit de atención pueden verse mejorados. Otros, incluso, con terapias alternativas como yoga, pueden mejorar de manera significativa, todo depende de la severidad, del cuadro diagnóstico.
¿Son personas agresivas? Sánchez Castillo dice que cuando se habla de autismo declarado, los pacientes pueden tener problemas de sociabilización muy importantes, pero cuando es Síndrome de Asperger tienen una mejor sociabilización, mejor comportamiento social, “claro que puede haber agresiones, pero hay que recordar que pueden ser condiciones que el contexto ya las esté marcando”.
De no atenderse adecuadamente, el sujeto podría presentar un poco de retraimiento social que desencadenaría bullying. También podría tener algunos problemas en ciertas áreas de aprovechamiento estudiantil; sin embargo, enfatiza, no hay nada que con atención de parte de los padres no pueda ser resuelto.
“Ante el bullying, puede ser que sean más retraídos, depende de la personalidad del paciente, pero de manera general son más retraídos que agresivos”, aclara el especialista.
Si el padecimiento está declarado y perfectamente diagnosticado, es un Síndrome que los va a acompañar toda la vida, que se puede controlar, el paciente puede aprender a mejorar su calidad de vida.
Hugo Sánchez Castillo, sicólogo, también aclara que con el autismo sí se tienen problemas de adaptación importantes, necesitan atención especializada. “Desgraciadamente en México, lo estamos detectando durante la primera infancia, no podemos detectarlo antes, estamos hablando entre los 6 y 8 años, y es lo más temprano que se ha realizado la detección”, indica el experto.
Tarea pendiente en México. Para Gabriela Cámara, presidente honoraria y fundadora de Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX), en México sí se ha vivido un cambio, la gente ya habla más sobre la salud mental, del estigma, de que el cerebro también se enferma. “Realmente sí ha habido un cambio, pero estamos lejísimos de que podamos decir que somos una sociedad incluyente en la que logramos detectar a tiempo el comienzo de un trastorno mental”.
Las estadísticas en México muestran que un buen diagnóstico de depresión puede tardar hasta 30 años, mientras que uno de trastorno bipolar puede tardar hasta 8 años. Esos datos muestran lo rezagado que está el país en estos temas.
“Tenemos casos de chicos que nos cuentan que si les dicen a sus amigos que están consumiendo drogas pues lo toman como buena onda, pero si les dicen que están yendo al psiquiatra o tomando una pastilla psiquiátrica, hasta se asustan y dicen ‘tú si estás grueso. Sigue ese estigma entre nosotros”, narra la fundadora de VPSM CDMX.
Cámara asegura que en México más de 16 por ciento de la población padece alguna enfermedad o trastorno mental por lo que todavía hay mucho trabajo por hacer.
Se debe capacitar a médicos y maestros para detectar el Síndrome de Asperger. Se debe trabajar en médicos de primer contacto y pediatras sin olvidar el sector de educación, es decir, a los maestros. Es importante que sepan que el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y en los institutos nacionales que atienden las áreas neurológicas infantiles y se trabaja en centros especializados como el TELETON. No se puede olvidar a los padres que sepan que si el bebé no tiene una conexión visual con la madre al momento de amamantar ya se puede tener un signo de alerta por la nula expresión emotiva y visual.
Además, se realizan congresos nacionales cada año y van para neurólogos, neuropediatras, pediatras, médicos generales, padres y maestros en conjunto con la Academia Mexicana de Neurología.
Fuente: contacto.news