La investigación de frontera es la única estrategia para hacer frente a los crecientes retos científicos, dijo Alfredo Herrera Estrella, director entrante de la Unidad Genómica Avanzada (UGA), una de las instituciones referentes en América Latina en su campo.
Conocida anteriormente como el Laboratorio Nacional Genómico para la Biodiversidad (Langebio), perteneciente al Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), esta unidad tiene algunas contribuciones sobresalientes, como la secuenciación de los genomas de varias especies de interés agronómico, como el maíz palomero o el frijol.
Además, ha participado en desciframiento de genomas animales, entre ellos el del oso polar y el ajolote, y recién se ha involucrado en seguir la pista de las primeras poblaciones humanas, por medio de la identificación de genes antiguos, informó el Cinvestav.
Al delinear su plan de trabajo, Herrera Estrella dijo que se pretende concretar la secuenciación de los genomas del aguacate, el agave, la papaya y la vainilla, todas ellas especies de importancia comercial para el país. De hecho, estos proyectos se realizan en coordinación con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y cuentan con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Asimismo, indicó que la intención de estas investigaciones es que sean de utilidad para los productores, ya que con el conocimiento generado resulta posible acelerar el tiempo requerido para la mejora de los cultivos, a partir de elementos de biología molecular, o bien identificar con alta certeza nuevas variedades comerciales.
Y aunque existe un reconocimiento internacional al trabajo de la UGA, dijo que aún falta por trabajar en el reconocimiento de la sociedad, que de manera general espera de los científicos aportes a la calidad de vida de las personas. (LA JORNADA)