Agronoticias

José Alfredo y Dolores Hidalgo… su casa, sus pasos

Publicado por
Aletia Molina

En el número 13 de la calle Guanajuato en el municipio de Dolores Hidalgo, se ubica el Museo Casa de José Alfredo Jiménez. Con una fachada de color rojo ladrillo y portón de madera, el lugar abre sus puertas que dan vista al patio central que invita a conocer el legado, vida y obra del cantante.

El recinto, abierto al público el 6 de septiembre de 2008, recibe a sus visitantes en la primer sala con una pintura al óleo sobre tela elaborada por el muralista originario de Celaya, Octavio Ocampo, donde se muestra parte de la vida del maestro José Alfredo Jiménez.

El museo presenta diversos periodos y aspectos de la vida y obra de José Alfredo. Objetos de especial atractivo son los papeles donde se plasman momentos a puño y letra: contratos de trabajo, telegramas y hasta la anotación de una partida de dominó.

A esta visita no puede faltar un recorrido por las cantinas tradicionales de Dolores Hidalgo. En medio de una verbena popular, decenas de personas, cantan los temas de José Alfredo Jiménez por calles y avenidas del pueblo de Dolores Hidalgo, acompañados de mariachi. Temas como «Un Mundo raro», «En el último trago», «Amanecí entre tus brazos», «El Rey” y «Si nos dejan», hacen eco por las calles hasta llegar a la primer cantina, «El Faro», donde la gente revive la memoria del ídolo a través de la convivencia, el mezcal y el tequila.

La marcha tiene como segunda parada la cantina La Hiedra, una de las más visitadas por José Alfredo, y en contraesquina la cantina El Incendio, abierta desde de 1927, donde encontraba la inspiración a través de las pláticas con sus amigos y anécdotas tanto propias como ajenas. «La media vuelta», «Serenata huasteca», «Que te vaya bonito» y «Que suerte la mía», son otros temas que la gente puede cantar a su paso por las más emblemáticas cantinas que José Alfredo visitó en su juventud.

Para despedir, no dejes de visitar el Mausoleo José Alfredo Jiménez, dentro del Panteón Municipal de Nuestra Señora de Los Dolores, en donde reposan los restos de “El Rey”, encontrarás una escultura compuesta por un sombrero color bronce que alberga un pequeño altar donde se lee el epitafio “La vida no vale nada”. De ahí sale un sarape hecho de mosaicos multicolores cuya forma está inspirada en la sierra de Santa Rosa. Tiene grabados los nombres de 119 canciones, y casi 100 espacios en blanco que simbolizan sus obras inéditas.

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Aletia Molina