La voz de los estados
La actividad del crimen organizado se ha diversificado y sofisticado. Cada administración entrante enfrenta retos diferentes con base en las nuevas modalidades de la delincuencia.
La delincuencia, como lo describe el académico e investigador Edgardo Buscaglia, va transformándose y especializándose, por ende, la autoridad debe de actuar en consecuencia.
Hace ya varias décadas la preocupación se centraba en el trasiego de drogas. Hoy en día pasamos de los carteristas al robo de celulares, a la extorsión telefónica, a los delitos cibernéticos, el tráfico de personas, de especies animales o los taladores clandestinos. Qué decir del secuestro, el secuestro exprés o el derecho de piso.
La llegada de nuevas formas de delincuencia, obliga a nuevas formas de combate.
Uno de los retos para la administración que entra, es el robo de combustibles que se ha multiplicado en los últimos años con un riesgo enorme para la ciudadanía.
Además del daño patrimonial a las empresas, existe el peligro latente de explosiones –como ya se han registrado- y otros males como la contaminación del suelo y acuíferos.
Al día de hoy, las entidades en las que se ve acentuada esta problemática son; Puebla, Guanajuato y Veracruz.
En todos estos estados también hubo relevo en la gubernatura, así que, para los dos órdenes de gobierno, el estatal y el federal, el robo de combustible es una de las amenazas del crimen organizado más nueva y representativa.