En el Foro Sol, abarrotado por los sectores obrero, social y campesino, el PRI levantó la mano a José Antonio Meade, un político sin militancia. Más al centro, en un hotel, Andrés Manuel López Obrador recibió la unción de Morena para pelear por la Presidencia. Mientras que al panista Ricardo Anaya le costó trabajo llenar el Auditorio Nacional.
Los tres, ahora ya candidatos, dieron muestra de sus habilidades para reunir a los grupos de sus partidos, para arrancar el 30 de marzo una agitada campaña.
Las cédulas con los colores guinda y blanco, que representan a Morena, con el lado de la papeleta en afirmativo, tapizaron el salón del hotel de la Alameda Central. La esperada unanimidad no inmutó a Andrés Manuel López Obrador, quien repitió el ritual de 2006 y 2012, pero ahora con un partido de su hechura.
Unos pasos al frente sobre el templete en medio de ensordecedores gritos de “¡Presidente! ¡Presidente!” El brazo derecho extendido a lo alto y, tras rendir protesta como candidato presidencial, el tabasqueño rompió la solemnidad con una sonrisa.
Afuera, los vendedores ambulantes no agotaron tazas, gorras, playeras, calcomanías o “pejeluches”. La novedad fueron los gorros moscovitas y los chalecos de Morena con la leyenda “Andrés Manuelovich”.
Luego de la ceremonia de ungimiento, el silencio autoimpuesto. “No voy a hablar. Ya dije lo que tenía que decir”, y el candidato se abría paso en medio del tumulto de cámaras, micrófonos, grabadoras y teléfonos, y flanqueado por Yeidckol Polevnsky y Horacio Duarte.
Casi a la misma hora, pero desde el Foro Sol, José Antonio Meade, sonreía ampliamente entre miles de priistas vestidos de rojo.
En primera fila, el canciller, Luis Videgaray, se levantó de su asiento para echarle porras. Coreó el “chiquitibum”, movió el brazo y gritó al ritmo de “¡Pepe Presidente!” y “¡Vamos a ganar!”
Estaban también otros expresidenciables como: José Narro, Aurelio Nuño, su coordinador de campaña que usa un chaleco con el nombre del candidato y la leyenda #lamejoropción, además de Miguel Ángel Osorio Chong.
En su discurso, el exsecretario de Hacienda asegura que será una gran batalla, “la más difícil de nuestra historia”. Desde el tercer lugar en la intención de voto, José Antonio Meade parece que no está equivocado.
Más desangelado y con una hora 20 minutos de retraso inició el evento de toma de protesta de Ricardo Anaya, como precandidato de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC), en el Auditorio Nacional, semivacío a la hora de la cita.
Los ánimos de los presentes sólo se prendieron cuando en la pantalla aparecieron los videos del palomazo entre Juan Zepeda y Ricardo con la canción “ADO” al ritmo de El Tri, así como la multirepetida tonada del niño Yuawi, con el famoso promocional de Movimiento Naranja, amenizaron la espera.
Fue hasta las 13:20 cuando se anunció el arranque del evento con la presentación de los liderazgos que ya se encontraban en los asientos centrales.
La expectativa era ver llegar al gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien un día antes acusó que un grupo de cinco notables de la dirigencia panista decidieron las candidaturas plurinominales al Senado. Contrario a lo que se esperaba, una ovación le dio la bienvenida, auspiciada por el mismo Anaya quien antes de iniciar su discurso dijo que “se van a quedar con las ganas” quienes quieren ver al PAN dividido.
Otra ovación fue para El Jefe Diego Fernández de Cevallos y otra lluvia de aplausos se la llevó Miguel Ángel Mancera, candidateado por el PAN en la lista de pluris. Arropado, sí, por decenas de personajes, pero con un partido fracturado. Los notables no estaban ya.
Fuente: El Financiero
2 comentarios
Es tiempo de dar una oportunidad a la izquierda, seguramente será honesta y decente, porque de lo contrario este México no tiene remedio.
Li bueno fue que Pepe no batallo para llenar el foro sol