Varios integrantes del grupo liderado por el expolicía rebelde Óscar Pérez han muerto en un enfrentamiento con un colectivo —civiles armados chavistas— y un comando de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional, en el que también han fallecido dos agentes y un militante chavista. Otros cinco miembros del grupo han sido detenidos en una casa en la zona de El Junquito, en el oeste de Caracas. Las autoridades todavía no han confirmado la suerte de Pérez, aunque fuentes extraoficiales aseguran que ha muerto en la emboscada. Su nombre se hizo conocido en junio, cuando robó un helicóptero de la policía y sobrevoló la sede del Tribunal Supremo de Justicia y del Ministerio de Interior. Nunca, en 18 años de chavismo, se había visto algo parecido en Venezuela.
El ex inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ha transmitido en directo a través de redes sociales el enardecido combate. “No quieren que nos entreguemos, literalmente nos quieren asesinar. Nos lo acaban de decir”, dijo en su última grabación publicada en Instagram.
En un primer momento, Pérez indicó que estaba negociando su entrega con las autoridades, pero el desenlace ha sido sangriento. El Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz ha confirmado la muerte de varios miembros de la organización liderada por el rebelde, dos policías y un militante del colectivo chavista Tres Raíces. En el duelo también han resultados “gravemente” heridos cinco oficiales y hubo cinco arrestos. “Estos terroristas, quienes estaban fuertemente apertrechados con armamento de alto calibre, abrieron fuego contra los funcionarios encargados de su captura e intentaron hacer detonar un vehículo cargado de explosivos… nuestros efectivos fueron alevosamente atacados por los violentos cuando se estaba negociando las condiciones para su entrega y resguardo”, apunta en un comunicado.
El expolicía se había convertido en un objetivo del Gobierno de Venezuela desde el 27 de junio, en medio de la oleada de protestas opositoras. Entonces robó un helicóptero para atacar con granadas y disparos la sede del Tribunal Supremo de Justicia, en el centro de Caracas. Con uniforme de camuflaje, y a veces armado, hizo apariciones sorpresivas en algunas manifestaciones antigubernamentales del año pasado. Eso lo convirtió en uno de los hombres más buscados en Venezuela. Su fotografía fue desplegada en los aeropuertos del país, pidiendo colaboración para su captura.
Varios muertos en la operación de captura del piloto que se rebeló contra Maduro
El Gobierno también le acusa del asalto, en diciembre pasado, a un destacamento militar del que supuestamente sustrajo armamento. Pérez fue parte del equipo de la brigada de acciones especiales de la policía científica venezolana y actuó en la película Muerte suspendida, producida precisamente por la misma institución.
Él y sus seguidores estaban atrincherados en El Junquito, cuando fueron descubiertos. Desde ahí se comenzó a transmitir el cruento enfrentamiento que ha quedado registrado en redes sociales. “Tenemos heridos y nos siguen disparando ¡Nos vamos a entregar, no sigan disparando, aquí hay civiles! No quieren que nos entreguemos, nos quieren asesinar. Estamos negociando para entregarnos», dice Pérez en el vídeo con el rostro cubierto de sangre y un fusil en la mano.
El oficialismo lo acusó de terrorismo y de recibir fondos de Estados Unidos. Maduro, en su mensaje anual ante la chavista Asamblea Constituyente, ha calificado como “espeluznantes” los supuestos planes del grupo del expolicía para “desestabilizar” al Gobierno este año. “Todo el que entre en el camino del terrorismo tendrá una oportuna respuesta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana… Somos un estado de derecho, de justicia, que respeta los derechos humanos… Hay un imperio, hay una oligarquía colombiana, que quiere destruir este país como sea”, acotó.
El viernes, Pérez fue entrevistado en la cadena de televisión CNN, en español. “La única ayuda monetaria que tenemos es de familiares y amigos. Si Maduro habla de (la intervención de) Miami, habla de colaboradores que específicamente están en el exilio gracias a la persecución criminal del régimen”, aclaró sobre el financiamiento de su movimiento autodenominado Equilibrio Nacional por Venezuela.
El Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia ha prometido continuar con la persecución de “terroristas”. María Iris Valera, ministra de Servicios Penitenciarios, ha exigido la captura de Miguel Rodríguez Torres, extitular de Justicia y disidente del chavismo, tras acusarlo de ser el mentor de Pérez.
Fuente: El País