La crisis catalana ha irrumpido con fuerza en los mercados. Tras unos días de calma bursátil, el Ibex se dejó el miércoles un 2,85%, su mayor caída desde el 24 de junio de 2016, después del referéndum en el que los británicos decidieron su salida de la UE. Los valores más castigados fueron los catalanes CaixaBank y Sabadell, con descensos en torno al 5%, en un día de tranquilidad en las Bolsas europeas. El desafío independentista también repercutió en la deuda española, cuya prima de riesgo subió cinco puntos básicos, hasta los 133. Los analistas temen futuras convulsiones ante una crisis política de consecuencias incalculables.
“España se encuentra en un callejón sin salida”. “El Ibex, en mínimos desde el mes de marzo”. Las casas de análisis improvisaban el miércoles documentos en los que trataban de calibrar los efectos en los mercados de la mayor crisis política a la que se ha enfrentado la democracia española en sus cuatro décadas de historia. Hasta el pasado viernes parecían creer que el problema no alcanzaría estas dimensiones: la agencia de calificación S&P mantuvo estable la calificación de la deuda española.
El miércoles, en cambio, el Ibex, el principal selectivo de la Bolsa española perdió los 10.000 puntos por primera vez en más de medio año, muy lejos ya del máximo de 11.250 alcanzado el pasado mes de mayo.
“La supervivencia del Gobierno español y de la autoridad regional en Cataluña están en el aire. Dado el tumulto y la aparente imposibilidad de llegar a un acuerdo, el golpe a la estabilidad económica de España está obligando a los mercados a reaccionar”, resumía Peter Garnry, jefe de estrategia en renta variable de Saxo Bank. Este analista anticipa que el “callejón sin salida” en el que está España podría llevar al Ibex en breve a los 9.500 puntos. Las subidas del año, que en mayo ascendían al 14%, se quedan ahora en un magro 6%.
Casi todos los valores cerraron el miércoles en rojo. Lideraron las pérdidas el Sabadell, con el 5,69%, y CaixaBank, con el 4,96%. La capitalización conjunta de ambas entidades ha caído en casi 3.000 millones de euros desde el domingo, día del referéndum ilegal de independencia. La inmobiliaria Colonial, también catalana, perdió el 5,51%.
Pero en la lista de damnificados por los vaivenes de la política catalana están también otras entidades financieras como Santander, Bankia, BBVA y Bankinter. Todas ellas se dejaron el miércoles entre el 3% y el 4% de su cotización bursátil. Inmobiliarias, energéticas, turísticas… Empresas de todos los sectores sufrieron las tensiones políticas. Tan solo cerraron en positivo Abertis, Siemens Gamesa y Arcelor.
Josep Oliu, presidente del Sabadell, trató de calmar a accionistas y clientes asegurando que, ante la “inquietante” situación política que vive España, la entidad está preparada, “si fuera necesario”, para “tomar las medidas suficientes”.
«Ruido y confusión»
El ministro de Economía, Luis de Guindos, también quiso mandar un mensaje de tranquilidad. “Los bancos catalanes son bancos españoles y europeos. Son entidades sólidas y sus clientes no tienen nada que temer”, dijo. “Estamos viendo tiempos de mucho ruido y confusión, pero la evolución, por el momento, de la economía catalana es positiva”, insistió.
Esta jornada negra para la Bolsa española —aún muy lejos de la experimentada el día siguiente al Brexit, cuando el Ibex cedió un 12,35%, el mayor descenso de su historia— contrasta con la calma en los principales índices europeos. Mientras que el Dax alemán subió un 0,5%, el Cac francés, el FTSE británico y el Euro Stoxx retrocedieron mínimamente. El Mib italiano sí experimentó una caída importante, del 1,44%. Italia, con una situación económica más frágil que la mayor parte de sus vecinos, teme un efecto contagio si la crisis catalana se agrava.
El mercado de bonos también se ha visto salpicado por el desafío lanzado por el Gobierno que preside Carles Puigdemont. La prima de riesgo española —el indicador que mide la diferencia que se paga por invertir en bonos alemanes, los considerados más seguros, y los españoles— continúa al alza. La subida de la prima de riesgo perjudica tanto al Tesoro español, que debe pagar más para endeudarse, como a las empresas. Pese a este repunte, el efecto de la crisis política es, por ahora, bastante moderado. Esto se explica por el efecto amortiguador que brinda el Banco Central Europeo, que con su política de dinero ultrabarato y compras masivas de deuda mantiene los costes de financiación en la eurozona inusualmente bajos.
El analista de XTB Joaquín Robles cree que la posible aplicación del artículo 155 de la Constitución —que prevé la suspensión de las competencias de una Comunidad Autónoma si esta no cumple sus obligaciones legales o actúa contra el interés general de España— podría hacer repuntar al mercado. Los inversores podrían haber ya descontado una declaración unilateral de independencia, argumentó el analista en declaraciones a Europa Press. En este sentido, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, pidió aplicar ya este artículo; y dijo que habría sido mejor hacerlo después de que el Parlament aprobase la ley de transitoriedad y del referéndum. Seoane pidió “anticiparse” a los pasos de los independentistas. “Han pasado ya suficientes cosas para aplicar el 155”, recalcó en Antena 3.
Artículo 155
Pese a las malas noticias, algunos analistas piden cautela ante una situación todavía muy incierta. “El mercado primero dispara, y luego pregunta”, apunta una fuente financiera que, ante el nerviosismo del sector, prefiere no dar su nombre.
Esta fuente cree que, en situaciones en las que hay muy poca información sobre la evolución futura de los acontecimientos, los inversores descuentan primero los escenarios más negativos, y ya luego recularán si estos negros pronósticos no se cumplen. “Ocurrió con el Brexit y ocurrió con las amenazas del líder norcoreano Kim Jong-un. La volatilidad tan alta que estamos viendo se explica por una característica fundamental de los mercados: reaccionan con miedo”, concluye.
Fuente: El País
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