Charly Pérez
Los mexicanos nos caracterizamos por ser solidarios, creativos, caritativos, emprendedores, decididos y casi perfectos. Somos bien lindos en el entorno laboral, siempre damos lo mejor, no somos doblemoralinos, tenemos una gran actitud, ayudamos al que lo necesita, apreciamos nuestros productos, otorgamos reconocimiento al trabajo de nuestros artesanos, pagando siempre un poco más de lo que nos piden. Reconocemos el trabajo de todos aquellos que nos dan servicios y dejemos propinas, porque sabemos que ellos viven de eso. Además, ponemos banderitas en nuestros perfiles de redes sociales, somos únicos en el mundo, somos mexicanos, #FuerzaMexico.
Pero como dijo Adal Ramones: ¡no es cierto! Los mexicanos somos envidiosos, celosos, desconfiados, resentidos, egoístas, groseros, presumidos, comodinos y aprovechados, entre otras muchas cosas… ¿No me cree? Nada más ponga la direccional en su coche cuando vaya manejando, ¿verdad que tengo razón? O, si está usted formado en la fila del banco, adelántese a la ventanilla preguntar cualquier cosa y espere la reacción de los que siguen formados. Aclaro, usted solamente va a preguntarle cualquier cosa al cajero. ¿No? Párese enfrente de cualquier escuela y mire el fantástico espectáculo que significa el arribo de los alumnos. Papás peleando por un estacionamiento, autos en doble, y hasta triple fila, mentadas, claxonazos, empujones y mil linduras más. ¿Sigue sin creerme? Dígame, ¿qué opinión le merecen Hugo Sánchez y el “Chicharito”? ¡Par de cazagoles presumidos ¿no?! Y no lo digo yo, lo decía un tipo llamado Octavio Paz, él premio nóbel postulaba que «pueblo corroído por la sospecha es el mexicano, suspicacia y sospecha marcan las relaciones sociales entre estos nacionales: La suspicacia es hermana de la malicia y ambas son servidoras de la envidia.»
Ya para terminar, el fin de semana pasado se registró la volcadura de un tráiler que transportaba víveres para los damnificados de Oaxaca por el sismo del jueves anterior, sobre la autopista Puebla-Orizaba y aunque se trataba de ayuda humanitaria, muchas personas aprovecharon para robarse decenas de botellas de agua y alimentos enlatados, pues la zona carece de presencia policiaca. Insisto, con todo y que sabían que era ayuda para los damnificados.
Ya, suficiente, ahí lo voy a dejar… ¡Viva México! (cualquier cosa que eso signifique).
Obituario: Ricardo Anaya estará en la boleta del 2018. Tiene la cara, pero es para despistar.