La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, comenzó una vista oficial en medio de un amplio despliegue de seguridad, el mayor realizado en Argentina en el marco de giras de jefes de Estado después del viaje a Buenos Aires que Barack Obama realizó el año pasado.
Todas las sedes en las que Merkel realizó actividades fueron cerradas al tránsito en varias cuadras a la redonda, además de que a sus 30 guardias personales, que viajan con ella desde Berlín, se sumaron equipos especiales de las fuerzas de seguridad argentinas, entre ellos francotiradores.
La ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, ya había advertido que existía preocupación especial por la visita de la canciller federal alemana, sobre todo después de los atentados terroristas registrados las últimas semanas en Reino Unido y Australia.
Merkel, quien llegó la noche del miércoles a Buenos Aires, comenzó su gira con un encuentro empresarial en el hotel más lujoso de la ciudad, donde manifestó su respaldo la política y apertura económica del presidente argentino Mauricio Macri.
Luego acudió a la sinagoga de la Congregación Israelita de la República Argentina, ubicada en el centro de esta capital, para inaugurar un órgano histórico que fue reparado con fondos alemanes.
Ahí, la canciller convocó a luchar “contra el antisemitismo donde se presente y luchar por la democracia y la vigencia del Estado de Derecho en todo el mundo».
Merkel fue después a la Plaza San Martín para colocar la tradicional ofrenda al libertador del país sudamericano, desde donde partió hacia Casa Rosada para entrevistarse con Macri.
Por la tarde, la canciller visitará el Parque de la Memoria para rendir homenaje a las víctimas de la última dictadura militar argentina (1976-1983) y acudirá al Polo Científico Tecnológico, donde pronunciará un discurso ante científicos y estudiantes.
Fuente: Enfoque Noticias