POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
@claudialunapale
Son tiempos volubles que en sendas ocasiones obligan a análisis cortoplacistas, unos cuantos meses son nada, a tal punto que la perspectiva inicial de enero puede ser totalmente distinta un poco después.
Así está aconteciendo: resulta que a principios del año el panorama era mucho más sombrío para la Unión Europea (UE) no tanto en el renglón económico que por lo menos luce una recuperación -aunque sea marginal en promedio-, pero digamos que el espectro de la larga recesión ya fue aniquilado.
España es la economía que más está poniendo el ejemplo en el renglón del crecimiento, recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su perspectiva estimando un PIB del 2.6% para la nación ibérica este año.
De alguna forma los 27 miembros de la UE van tirando para adelante aunque arrastran en distintas magnitudes dramas de desempleo y de erosión socioeconómica.
Sin embargo, era lo político, las elecciones en diversos países claves lo que más preocupaba sobre todo después de que creció una especie de huracán desolador y políticamente incorrecto, rupturista y desafiante que casi llegó al unísono ¿casualmente? Primero el Brexit en Reino Unido, después la victoria de un outsider como el magnate Donald Trump en la Casa Blanca.
Ese caldo de cultivo formó un cóctel explosivo en los procesos electorales de 2017 en Austria, Holanda, Francia y el que todavía falta en Alemania. Pero el ambiente de susto es actualmente más relajado en los corredores europeos, distendió bastante que en Holanda no triunfó la extrema derecha y por supuesto, evaporó totalmente la presión la victoria de Emmanuel Macron como nuevo presidente de Francia.
Hace cinco meses los analistas hablaban de una Europa desquebrajada, debilitada, casi se escuchaba el eco de sus estertores, se le veía tan desvalida en medio de la creciente amenaza de la hegemonía rusa por expandirse más allá del Mediterráneo; y de las presiones turcas por pertenecer al club a cambio de contener al éxodo sirio en sus fronteras.
Y encima Trump alabando el proteccionismo británico, el cierre de fronteras, perseguir a los inmigrantes y exaltar las odas nacionalistas más recalcitrantes.
Si la visita a Europa del mandatario estadunidense hubiese acontecido a principios del año casi casi significaría la extremaunción para el cónclave comunitario.
Pero ahora que Trump arribará al también llamado “viejo continente” se encontrará con nuevos bríos, Macron investido al frente del Elíseo tiene una visión absolutamente europeísta.
Europa quiere más Europa, de hecho el joven delfín de 39 años ya se reunió con Angela Merkel, la canciller germana va enlistada y perfilada para su cuarto período de mandato en Alemania si todo sigue como está actualmente, en las elecciones de septiembre, ella saldará triunfante.
El eje franco-germano es el pilar de la UE y resulta que ambos están de acuerdo en inyectarle nuevas vitaminas al club que ya cuenta con 60 años a su vera. Tanto Macron como Merkel hablan de refundación, de una visión más europeísta que nunca, sacar pecho ante la embestida británica cuyos ciudadanos volverán a tener una oportunidad en las urnas el próximo 8 de junio en las elecciones anticipadas convocadas por la premier Theresa May.
Si May no gana, Reino Unido obtendrá una gran oportunidad para revertir el Brexit, pero de refrendarse en las urnas, esto implicará dotarla de la capacidad para pulsar el botón de la salida dura.
A COLACIÓN
La primera gran gira internacional de Trump y la hará en medio de una polémica que agita las fuerzas del impeachment, se trata de una crisis política y de credibilidad tan temprana para sembrar la duda acerca de su fiabilidad como mandatario de la Unión Americana en los casi cuatro años que le restan de poder.
La posibilidad de la influencia rusa en Trump tiene bastante nerviosos tanto a demócratas como a republicanos y así en medio de esa “cacería de brujas”, el 25 de mayo el magnate llegará a Bruselas donde será recibido por Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. Después asistirá a una reunión de la OTAN, justo con los aliados a los que como candidato espetó en su cara que se pagasen su propia defensa. La diferencia es que ahora Europa ha vuelto a creer en sí misma no le tiene miedo, mientras a él le debilitan tantos problemas…
*Puedes opinar en http://claudialunapalencia.blogspot.com.es economista y escritora, experta en periodismo económico, geoeconomía y análisis internacional
1 comentario
Excelente artículo. Felicitaciones a la Claudia Luna. Es un gusto leerla con información que sirve. Saludos