Diario de un Reportero
Ramsés Ancira
El encarcelamiento del doctor José Manuel Mireles Valverde, la revocación de un amparo a la actriz Kate del Castillo y el asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas son noticias que tienen un hecho en común, los tres personajes participaron de una manera o de otra en la plataforma de televisión en línea con más millones de suscriptores en el mundo.
¿Ya tiene la Procuraduría General de la República la información sobre la intervención de teléfonos en la revista Río Doce que dirigía Valdez? Su asesinato a pleno sol habría ocurrido cuando se dirigía a entrevistarse con un equipo de documentalistas ingleses que lo habían requerido como consultor para una serie sobre el narcotráfico y que se encontraba ya en Culiacán.
¿Quiénes y cómo sabían de este asunto? Una posibilidad es que el teléfono de Valdez Cárdenas, ya sea el móvil o el de sus oficinas haya estado intervenido; pero otra es que alguna autoridad hubiera estado enterada de la presencia de los documentalistas y hayan dado la información a los asesinos.
En cualquiera de los casos: ¿Tiene cualquier cártel la tecnología para saber de antemano cual es la agenda de sus víctimas, o una autoridad de cualquier nivel les brindó esta información?
En una columna periodística publicada por Excelsior el 17 de mayo, Francisco Garfias cuenta de la entrevista que sostuvo con un alto mando militar, en la que este le confía que no habría problemas en los mandos castrenses si Andrés Manuel López Obrador asume la presidencia en 2018. En la misma pieza da ese detalle acerca de la entrevista que estaba planeada entre los productores británicos de Netflix y Valdez Cárdenas.
Por su parte Héctor de Mauleon, en El Universal, revela que una de las líneas de investigación sobre el periodista asesinado en Sinaloa, es la entrevista que un enviado del nada sanguinario presunto delincuente apodado “El LiCENCIADO” le había dado a Valdez.
En esta el viejo amigo de Joaquín Guzmán Loera le aseguraba que las diferencias que pudiera tener con los hijos de “El Chapo” se podrían resolver con una conversación.
Lo menos que se desprende de esta entrevista es que al menos una parte del crimen organizado ligado al narcotráfico tenía confianza en la honestidad de Javier Valdez Cárdenas. La pregunta es si otra parte, quizá la protegida por ciertas autoridades tenía miedo de que lo que este pudiera aportar fuera conocido por millones de espectadores.
No era la primera vez que Valdez Cárdenas era requerido por el cine. En 2014 fue uno de los entrevistados del documental ¿Es el chapo? Cuya línea argumental fue la de poner en duda que su captura hubiese sido realizada por las fuerzas armadas.
La película Miss Bala, en 2011, seguramente le debía mucho a otro libro de Javier Valdez, Miss Narco, de 2007.
Dice Garfias en la citada columna de Excelsior que los documentalistas ingleses se encontraban en un hotel de Culiacán cuando se enteraron del asesinato de Valdez, que se horrorizaron y que de inmediato regresaron a la Ciudad de México. Pero dice también que se les había advertido que no era un buen momento porque la plaza estaba “caliente” por una guerra entre cárteles.
No dice quién se los advirtió, pero al menos como hipótesis habría que investigar si ante la imposibilidad de detener a los extranjeros, optaron por asesinar a Valdez antes de que se entrevistara con ellos.
Pero independientemente de que personas en la nómina del gobierno estatal o federal hubiesen intervenido los teléfonos de la publicación fundada por Valdez, hay otro hecho difícilmente discutible. Los periodistas son asesinados simple y sencillamente porque se puede, porque las posibilidades de impunidad son enormes.
Nada más hay que revisar la lista de procuradores generales de la república propuestos por el presidente Enrique Peña Nieto que ocuparon sus cargos con la aquiescencia del maleable poder ejecutivo. Murillo Karam famoso por su cansancio, Arely Gómez por usar su puesto para pedirle al Papa que le bendijera una medalla y Raúl Cervantes Andrade quien llegó al puesto como premio de consolación después de ser rechazado como magistrado, con más experiencia como empresario del derecho que como investigador y ninguna como funcionario de justicia. Nada, ni como ministerio público, ni como juez, ni como investigador. ¿Puede alguien así despertar respeto al cada vez más poderoso y organizado crimen organizado?
El doctor Mireles fue encarcelado luego de participar en un documental, ganador del Oscar, en una de cuyas escenas cumbre se ve a policías a sueldo del Estado, preparar drogas; mientras que Kate del Catillo le revocaron el amparo que había ganado a la PGR por considerar que se había violado su presunción de inocencia al publicar su entrevista con Joaquín Guzmán. Tierra de Cárteles e Ingobernable son los nombres, del documental y la serie que ligan estos nombres a Netflix
Ciberacoso y lavado de dinero
Hay una forma más sutil de acabar con un periodista y es minando su credibilidad. Con el espíritu de “difama que algo queda”, un médico que sin ninguna credencial académica ejerce el periodismo ha pasado los últimos 10 años de su vida en una campaña de ciberacoso que ha tenido como víctimas en orden cronológico a la escritora Ikram Antaki, el escritor Jorge Castañeda, el autor de la columna Utopía, Eduardo Ibarra Aguirre, el director de Sala de Prensa, Federico Arreola, la directora de Los Ángeles Press, Guadalupe Lizárraga y varios más, entre los que me incluyo.
Sin prueba alguna y escudándose en un grupo de alumnos a quienes ofrece pasar a cambio de asistirlo con cuentas de “bots”, particularmente en twitter, Alfredo Jalife Rahme, quien fue denunciado el pasado 12 de mayo en la Procuraduría General de la República por presunto lavado de dinero, acusa a todos los enemigos que él solo se ha creado de narcolavadores, delincuentes, y su epíteto favorito, “sionistas”
Después de denuncias en las oficinas de Twitter Latinoamérica, que se encuentran en México y la Comisión para la Prevención de la Discriminación (COPRED) Jalife ha sumado ya un total de 15 acusaciones, considerando las levantadas ante la Procuraduría General de la República y la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.
Regalos de embajadas, la comisión que recibe por gestionar publicidad del gobierno de Chiapas y los pagos de partidos políticos de izquierda por capacitación, no explican sin embargo una fortuna de varios millones de dólares en bancos extranjeros y el 51 por ciento de una inmobiliaria con propiedades en Mixcoac y el Pedregal.
Por esta razón se ha solicitado a la Procuraduría General de la República y si es pertinente de vista a la unidad de delitos financieros de la Secretaría de Hacienda, una investigación que determine la legitimidad de las siguientes cuentas en el extranjero, sin perjuicio de otras en el mercado financiero nacional.
“F. Cuentas No. 1089600001403013 y 8409600001403012 de la institución bancaria FAMSA INVEST BANK SAL, pertenecientes a suscrito ALFREDO JALIFE-RAHME BARRIOS.
“G. Cuenta No. 11 40267372200 de la institución bancaria BANK OF BEIRUT, pertenecientes a suscrito ALFREDO JALIFE-RAHME BARRIOS.
“H. Cuenta No. 111002421706943011 de la institución bancaria FIDUS, WEA L TH MANAGMEN T, SGBL GROU P, pertenecientes a suscrito ALFREDO JALIFE-RAHME BARRIOS.
“I. Cuenta No.002-223667-130 de la institución bancaria HSBC BANK MIDDLE EAST LIMITED perteneciente al suscrito ALFREDO JALIFE-RAHME BARRIOS”
Lo menos que se puede esperar es que teniendo la Procuraduría General de República los pelos y señales, de su veredicto al respecto. De la promoción de la violencia a las mujeres y la misoginia que promueve Jalife Rahme en redes sociales, ya no queda espacio, pero si una imagen muestra entre decenas de miles que se han podido acumular.