Siria todavía posee armas químicas, advirtió el viernes en Israel el secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, que advirtió en contra de emplear de nuevo ese armamento prohibido.
En una rueda de prensa en Tel Aviv, Mattis dijo también que en los últimos días la Fuerza Aérea siria ha dispersado sus naves de combate. Eso implica que Siria podría estar preocupada por la posibilidad de nuevos embates de Estados Unidos, tras el ataque con misiles de crucero este mes en represalia por el supuesto uso de gas sarín por parte de Damasco.
Mattis hizo sus declaraciones junto al ministro israelí de Defensa Avigdor Lieberman. «No puede haber duda en la comunidad internacional de que Siria ha conservado armas químicas, incumpliendo su acuerdo y su declaración de que las había eliminados todas», dijo Mattis. El secretario de Defensa dijo que no quería entrar en detalles sobre el volumen del arsenal sirio para evitar revelar fuentes de inteligencia.
Puedo decir con autoridad que han conservado parte, es una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y va tener que abordarse de forma diplomática y sería muy desacertado intentar utilizarlas de nuevo, dejamos eso muy claro con nuestro ataque», añadió.
Fuentes israelíes de defensa dijeron esta semana que Siria aún tiene hasta tres toneladas de armas químicas en su poder. Fue la primera estimación concreta de inteligencia sobre la capacidad armamentística de Bashar Assad desde el mortal ataque con armas químicas de este mes.
Lieberman también declinó entrar en detalles, aunque afirmó que «tenemos información al 100 por cien de que el régimen de Assad utilizó armas químicas contra los rebeldes».
Assad ha negado con rotundidad que el gobierno sirio sea responsable del ataque en la localidad opositora de Khan Sheikhoun, en la provincia norteña de Idlib, y ha acusado a la oposición de intentar inculpar a su gobierno. Rusia, un importante aliado de Assad, ha asegurado que un ataque del gobierno sirio golpeó una fábrica rebelde de armas químicas, lo que provocó el desastre.
Fuente: Excélsior