En conferencia de prensa luego de que el Congreso de Veracruz rechazó su propuesta para reestructurar la deuda pública por 46 mil millones de pesos, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares adelantó que analiza la posibilidad de negociar con la banca sin la autorización del legislativo.
Desde la noche de este martes se evalúan todas las posibilidades alternativas, afirmó el mandatario veracruzano, quien adelantó que ya se hizo un ajuste al gasto “y seguiremos ajustando”.
Advirtió que pedirá al Congreso del estado reducir a la mitad su propio gasto, pues la operación del mismo le cuesta a las finanzas 700 millones de pesos al año.
Reiteró que con la reestructuración no se trataba de contratar nuevos créditos, sino de que el Estado pagara menos intereses, debido a que la deuda adquirida por los gobiernos anteriores contempla tasas de interés excesivamente altas, las cuales se encuentran más de dos puntos porcentuales por encima de la media nacional que es del 7 por ciento.
Yunes Linares detalló que reestructurando la deuda, el Gobierno de Veracruz se ahorraría en dos años, mil seiscientos millones de pesos de intereses que se utilizarían para atender necesidades básicas de los veracruzanos.
Fuente: La Razón