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A 23 años del magnicidio de Colosio

Publicado por
Aletia Molina

El asesino confeso de Luis Donaldo Colosio ha pasado 200 mil horas en prisión, los estragos han surtido efecto y aunque ahora afirma que es inocente, impaciente espera su libertad.

La historia que cambió a México

Aquél trágico día, en Lomas Taurinas retumbaba la canción “La Culebra” de la Banda Machos. El candidato Luis Donaldo Colosio, entusiasmado era aclamado por ciudadanos que veían en él un cambio de rumbo para el país. Pero aquella tarde del 23 de marzo de 1994, después de dos balazos que estremecieron a México, el sueño de calmar el hambre y la sed de justicia se esfumó.

Han trascurrido 23 años después del magnicidio, pero en Lomas Taurinas Colosio Murrieta “sigue vivo”.

Los que acudieron a conocerlo recuerdan la sencillez y humildad de Colosio al escuchar y atender las demandas e inquietudes de los residentes en la frontera: justicia, recordó Othón Cortez, hombre de 55 años, acusado como “el otro asesino” que realizó el segundo disparo, pero fue puesto en libertad después de estar prisionero en Almoloya de Juárez tras comprobarse su inocencia.

-Era un día de fiesta, yo lo encaminé cuando llegó a Lomas Taurinas-, dijo Cortez.

Algunas mujeres desesperadas le entregaban peticiones escritas, otras se llenaban de alegría con gritarle “¡papacito!”

Después de ofrecer un discurso de más de 800 palabras, bajó del templete de madera y caminó poco más de diez metros. Después Aburto Martínez extendió su brazo y pistola en mano le disparó.

-Dos balazos sonaron, cuando yo volteo lo vi tirado en el piso, rápido lo auxiliamos-, dijo con el rostro entristecido.

El recuerdo de aquel momento no se olvida. Según Othon, la gente que traía gorras y camisetas plasmadas con el nombre del candidato, comenzaron a gritar y correr en las empolvadas calles de la colonia fronteriza.

-Ensangrentado, aún con vida, lo subieron a un carro, después a otro carro. Nadie estaba preparado-, señaló.

Para Othón, la teoría del asesino solitario fue cierta, el joven de 23 años, en aquel entonces marcó un cambio de rumbo en la historia en México.

-¿Qué fue?, nosotros supimos después que fue de Mario Aburto-, expresó.

Othón, un hombre con el rostro gastado por las secuelas después de estar preso injustamente en Almoloya de Juárez por más de dos años, señala que en Tijuana, y en Lomas Taurinas, el recuerdo de Colosio sigue vivo.

 Mi hijo es inocente: Rubén Aburto

Rubén Aburto, padre de Mario, quien reside en Los Angeles, California, no pierde la esperanza de ver a su hijo fuera de la prisión mexicana.

-Mi hijo es inocente, siempre lo ha sido-, dijo con seriedad y seguridad a El Sol de Tijuana.

Con voz cansada por su avanzada edad, en entrevista telefónica insistió que el gobierno injustamente le ha robado su libertad.

-Ya tienen cuarenta y tres años y se los quitaron-, comentó con molestia al no tenerlo cerca.

En la casa de la familia Aburto, el dolor se ha hecho agonía con el paso de los años porque los estragos comienzan a carcomer a Mario mientras está en prisión.

-Lo tuvieron que operar de los ojos porque con las torturas y los golpes de aquel tiempo ya me lo estaban dejando ciego- sostuvo Rubén, entrevistado vía telefónica.

Mario, hoy de 43 años, fue sometido a una operación de la vista. Su familia tuvo que ahorrar dinero y enviárselo a prisión, con la esperanza que no perdiera la vista y una vez que esté fuera de la prisión pueda ver a su familia.

-Lo acaban de operar de los ojos, pero no quedó muy bien- indicó.

Los problemas en la vista no es lo único que enfrenta Mario. Los dolores en diferentes partes de cuerpo son constantes y su padre teme que quede inválido tras los golpes que recibió cuando fue sometido a los actos de tortura.

-Mario me comentó que ya no puede caminar, se le dificulta. ¡Todo por los golpes que le dieron en la espalda!- Agregó.

Ahora la esperanza prevalece en su familia y ansían que se logre concretar una operación en la espina dorsal, para que nuevamente camine con normalidad y sin dolor.

-Desde hace dos años, el juez federal dijo que le había rebajado años de condena porque Mario Aburto se ha portado bien, pero no vemos nada claro- señaló.

La última llamada de Mario a sus padres fue hace una semana. La madre y el padre de Aburto guardan viva la esperanza de que algún día, no muy lejano, salga en libertad.

 Me hace falta mi padre: Luis Donaldo Riojas

Luis Donaldo Colosio Riojas, mencionó el nombre de su padre e hizo una pausa acompañada de un profundo respiro.

-Es en este presente en el que me gustaría estar con él-, dijo hace un año durante su tercera visita a Tijuana, el lugar donde su padre murió.

Alto, con la mirada firme como su padre y el temple de un hombre que ha aprendido a enfrentar la soledad, afirmó que desde su niñez vivió la más dura de sus experiencias: perder a su padre, Luis Donald Colosio, y meses después a su madre, Diana Laura Riojas.

-Desde que me casé hay muchas cosas que quisiera haberle preguntado; como por ejemplo, sobre mis hijos, escuchar un consejo, cosas que en mi vida adulta verdaderamente me hacen falta-, señaló.

Reconoció que nunca vivió una vida como un niño normal.

-Cada vez que alguien me veía, inmediatamente me comenzaban a tratar distinto y eso me costó mucho trabajo, pero con el tiempo y madurez comencé a distinguir entre la gente honesta y la gente interesada, entre la gente buena y las personas malas-, dijo moviendo la cabeza de un lado a otro.

Colosio Riojas ahora está rodeado de su esposa y sus dos hijos, no le interesa la política y menos ser presidente de México. Abogado de profesión, empresario y conferencista, busca marcar un cambio a través de charlas públicas.

Veintidós años (2016) después del asesinato de su padre, Luis Donaldo Colosio Riojas visitó Tijuana y a cinco kilómetros de distancia donde ocurrió la tragedia, justo el día del aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ofreció la conferencia “El sueño de un mexicano”.

-Políticamente no se debe condenar a Tijuana por lo que pasó hace veintidós años, (dijo entonces) eso es un grave error y los tijuanenses deben ser más grandes que esas circunstancias del pasado-, puntualizó.

La colonia Lomas Taurinas ahora cuenta con pavimento y una plaza con el monumento a Luis Donaldo Colosio, es para muchos el lugar que marcó a Tijuana con la muerte de un candidato presidencial; para otros, es la colonia humilde donde sigue vivo el recuerdo de aquel candidato a la presidencia de México que buscó cambiar el destino del país.

-Un día me quiero ir a Lomas Taurinas, ahí es un lugar donde hay gente buena y no quiero condenar esa zona por su historia. Sabemos que ahí pasó algo trágico y no le doy mérito a la muerte de mi padre, sino más bien prefiero recordar su vida y su historia-, concluyó.

Fuente: Elsoldetijuana

Leer más: Veo un México con hambre y sed de justicia: Colosio; a 23 años de su asesinato

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Aletia Molina

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