Rafael Moreno Valle trina y truena de coraje. Aun no digiere la sentencia de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) que ordenó a la revista TV Notas retirar una entrevista, y cancelar la publicidad pagada a la publicación, para difundir logros, resultados y cualidades del gobernador poblano.
El INE considera ilegal la promoción personal de Moreno Valle en anuncios espectaculares, portadas de revistas y entrevistas, a modo, en cualquier medio de comunicación, incluidos “portales” digitales.
En respuesta, el mandatario poblano, aspirante a la candidatura presidencial del PAN, denuncia censura; protesta por la falta de respeto a sus garantías individuales y violaciones a la libertad de expresión consagrada en el artículo sexto constitucional. Al mismo tiempo, alerta por la intervención del órgano electoral en decisiones editoriales que sólo competen a los medios.
En contraste, censores del INE, apelan a la legalidad, al cumplimiento de la ley electoral y al espíritu del “piso parejo” para quienes aspiran contender por la Presidencia de la República.
Habrá quien diga que el INE deja en desventaja a Moreno Valle ante figuras como Margarita Zavala, Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Anaya. La diferencia es que de todos los nombrados, el mandatario de Puebla es el único aspirante presidencial en el desempeño de una función pública.
El fallo del órgano electoral parece exagerado para otros consejeros ciudadanos (incluido el presidente Lorenzo Córdova), quienes plantean una interpretación mucho menos rígida de la norma.
En los hechos, Moreno Valle resulta víctima de su propia miopía.
Tras los días posteriores a la elección federal de 2006 que ganó Felipe Calderón a López Obrador, por apenas 0.56%, el entonces senador panista votó a favor de una reforma electoral encaminada a aplacar la ira de la izquierda perredista, restringiendo a los partidos el uso de recursos públicos en spots de radio y televisión y la difusión de propaganda. Los mecanismos de censura, como lo reconoce el propio gobernador poblano, fueron activados en condiciones de urgencia, sin prever consecuencias de mediano y largo plazo.
El problema, comenta el analista Leo Zuckermann, es que al entrar en el terreno de la censura, legisladores y partidos dieron paso a lo que en la ciencia política se conoce como la “pendiente resbaladiza”, es decir, decidieron limitar la libertad de expresión a sabiendas de su efecto inmediato, pero en ningún momento se ocuparon en imaginar consecuencias posteriores.
Hoy, el gobernador de Puebla sufre esas consecuencias.
¿Ahora se arrepiente de su conducta legislativa?
¿Tiene derecho a quejarse?
EL MONJE MUGROSO: Con el Cambio de gobierno en Oaxaca, flotan más funcionarios de cuarta que hundieron al estado en un pantano de inmoralidad. ¿Quién desvió recursos por 250 millones de pesos del presupuesto del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), para iniciar la construcción del Estadio “Los Alebrijes” (hoy Estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca)? El escenario futbolero costó más de 1 mil 500 millones de pesos; lo administra el empresario Javier San Román Celorio, yerno de José Zorrilla de San Martín, ex secretario de Turismo y Desarrollo Económico. En este enjuague futbolero también estuvo metido Jorge Castillo Díaz, ex titular de la representación del gobierno de Oaxaca en la Ciudad de México, hombre de enorme influencia, y fortuna, amasada al amparo del ex gobernador Gabino Cué. ¿El nuevo mandatario, Alejandro Murat, de veras traerá la escoba –o la espada– desenvainada?