«No se entiende la cultura de este País en los últimos 40 años sin su figura», declaró a su arribo José Antonio Meade, Secretario de Hacienda y Crédito Público.
«En el Gabinete del Presidente Peña hemos perdido a un gran colaborador del Presidente y todos nosotros hemos perdido a un gran amigo», dijo también José Narro, Secretario de Salud.
El cuerpo de Tovar y de Teresa descansa en la Sala Bearn del Panteón Francés de Legaria, donde han ido dándose cita, con velocidad, numerosos funcionarios federales, locales y de la cultura.
«México pierde un hombre culto, un luchador de la cultura, una gente que logró consolidar instituciones para la cultura mexicana», destacó Enrique Graue, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los funcionarios son recibidos por Mariana García-Bárcena, su viuda, sus dos hijas, María y Natalia, y su hermano Fernando. También quien fuera su primera esposa, Carmen López Portillo, y el hijo de ambos, Rafael.
A su llegada, conmovida hasta las lágrimas, la ex titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, sucesora de Tovar en el cargo, destacó las bases sentadas por el funcionario.
«Fue un hombre comprometido en crear las instituciones culturales del siglo pasado y tuvo la suerte de hacerlo también en este nuevo milenio», afirmó.
Al lugar ya ha arribado también el círculo más cercano de colaboradores de Tovar, como Francisco Cornejo y Saúl Juárez, secretarios Ejecutivo, y Artístico y Cultural de la dependencia, respectivamente.
«Fue un gran amigo, un compañero de muchísimos años de trabajo intenso, con él realizamos proyectos que creo que los mexicanos se pueden enorgullecer», dijo Teresa Franco, ex titular del INAH y su colaboradora por décadas.