Francia conmemoraba este domingo el primer aniversario de los atentados de París en una solemne jornada en la que el presidente François Hollande inauguró seis placas en memoria de las 130 víctimas de los yihadistas del Estado Islámico (EI).
Las conmemoraciones empezaron a las 09 horas locales (08 horas GMT) frente al Estadio de Francia, donde Hollande desveló una primera placa en memoria de Manuel Dias, un portugués de 63 años que murió a pocos metros del estadio cuando un kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos.
Después de un minuto de silencio, el hijo de la víctima, Michael Dias, leyó un mensaje en el que recordó a su padre e hizo un llamado a la tolerancia.
También participaron en el homenaje varias personas que resultaron heridas en las inmediaciones del estadio, donde las selecciones de fútbol de Francia y Alemania disputaban un partido.
Hollande, quien estaba presente en el estadio el 13 de noviembre de 2015, habló durante unos minutos con algunos de los heridos, entre ellos un guardia de seguridad en silla de ruedas.
Siguiendo el orden cronológico de los ataques, el mandatario socialista, acompañado de la alcaldesa Anne Hidalgo, inauguró después otras placas cerca de los bares y restaurantes donde murieron 39 personas.
«Hemos retomado nuestras vidas, aunque no olvidamos y no debemos olvidar. Hace poco se podían aún ver los impactos de balas en los muros», dijo a la AFP Matthias, un profesor de 46 años, que vive cerca de uno de estos bares del este de la capital.
La ceremonia final tuvo lugar frente al Bataclan, la sala de conciertos donde un comando yihadista irrumpió en medio de un concierto de la banda estadunidense Eagles of Death Metal y masacró a 90 personas.
En cada una de las ceremonias se leyeron los nombres de las víctimas.
El sábado por la noche, esta mítica sala de espectáculos volvió a vibrar con un concierto de Sting.
«No los olvidaremos», dijo el cantante británico ante unas mil 500 personas, entre ellos sobrevivientes y familiares de víctimas.
Jesse Hugues, el cantante de Eagles of Death Metal y otro miembro de esta banda, no pudieron ingresar el sábado al Bataclan. La dirección de la sala les negó la entrada por sus declaraciones polémicas de marzo.
«Ellos vinieron, yo los eché, hay cosas que uno no perdona», declaró Jules Frutos, codirector de la sala, en referencia a las sospechas expresadas por Jesse Hughes sobre los guardias de seguridad del Bataclan. El mánager del grupo desmintió el incidente.
Hugues estuvo presente en la ceremonia del domingo.
Ceremonias solemnes
Olivier, de 28 años, contenía las lágrimas durante la ceremonia frente al bar Le Carillon y el restaurante Le Petit Cambodge, donde 13 personas perdieron la vida.
Este joven recibió una bala en el brazo y vio morir a uno de sus amigos. El domingo, acompañó a la madre de su amigo fallecido a la ceremonia. «Tenía que venir para apoyarla», dijo a la AFP.
En la noche del 13 de noviembre de 2015, la ola de terror empezó en las inmediaciones del estadio nacional de Saint-Denis, al norte de la capital, y continuó en el Bataclan y terrazas de bares y restaurantes. Un año después, las conmemoraciones comenzaron el viernes en el estadio, donde los 80 mil espectadores observaron un minuto de silencio antes de un Francia-Suecia de clasificación para el Mundial de 2018.
El presidente Hollande se reunió el sábado con sobrevivientes, asociaciones y magistrados a cargo de la investigación.
El arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, presidirá el domingo por la tarde una misa en memoria de las víctimas en la catedral de Notre-Dame.
Por la noche se depositarán farolillos en el canal Saint Martin. La asociación «13 de noviembre: fraternidad y verdad» pidió a los franceses colocar una vela en sus ventanas.
«Queremos que el 13 mantenga un carácter solemne, centrado en la memoria, el recuerdo y la solidaridad,» dijo Georges Salines, presidente de la asociación.
Fuente: La Jornada