El trazado del Autódromo Hermanos Rodríguez y su situación, a 2.000 metros de altitud, hacen de esta pista una de las más exigentes para los motores.
El progreso de McLaren Honda debe refrendarse en uno de los circuitos más exigentes para los motores, el Autódromo Hermanos Rodríguez de México. Se alcanza una velocidad máxima de 365 kilómetros por hora en la recta de meta, de 1.314 metros de longitud. En la curva más rápida se circula a 260 km/h (la entrada a la recta), y las dos sucesiones de ‘eses’ hacen que este trazado sea relativamente rápido en términos de velocidad media.
Yusuke Hasegawa, máximo responsable de Honda en la Fórmula 1, da las claves que hacen de la unidad de potencia más frágil en las rectas de México DF: «El Autódromo Hermános Rodríguez está localizado a 2.200 metros de altitud, lo que implica que la cantidad de oxígeno en el aire es menor y por ello el turbocompresor debe realizar un trabajo extra en la entrada de aire hacia la unidad de potencia. Por ello, la calidad y la eficiencia del turbo serán factores clave en el GP de México. De la misma forma, este circuito tiene una recta muy larga, así que debemos considerar la potencia de nuestra unidad en relación con el chasis».
«El año pasado tuvimos una carrera muy complicada aquí y nos gustaría mantener la buena racha de Austin, y también demostrar nuestro progreso tecnológico esta temporada. Esperamos que nuestro objetivo siga siendo terminar en los puntos este fin de semana», añade el japonés.
Hace un año, Alonso apenas pudo completar unos metros en el gran premio después de que el motor a estrenar se rompiera por la mañana en las pruebas de verificación («Salí por respeto a la afición», dijo él). De hecho, los resultados de aquella carrera confirman la importancia de las unidades de potencia en México: el podio estuvo repleto de propulsores Mercedes (Rosberg, Hamilton y Bottas, con el Williams-Mercedes). Y entre los 11 primeros clasificados, 7 tenían propulsor de la firma alemana. El mejor ‘motor Ferrari’ terminó 12º.
Fuente: Motor.as