El serbio Novak Djokovic se fue del estadio olímpico de tenis con lágrimas de impotencia al sufrir el primer gran golpe de los Juegos Olímpicos de Río 2016 a manos de Juan Martín Del Potro, su verdugo.
El serbio, número 1 del mundo, llegó a Brasil con la dorada como único objetivo, pero deberá esperar al menos hasta Tokio 2020 para volver a pensar en el oro.
El impacto del triunfo de Del Potro fue absoluto, tanto como la imagen del serbio una vez consumada su derrota, cuando abandonó el estadio saludando a los cientos de aficionados que colmaron el recinto, en medio de un llanto desconsolado.
Toda la frustración de Novak Djokovic al ver nuevamente frustrado su sueño de conquistar el oro olímpico (Nicolás Stulberg) Toda la frustración de Novak Djokovic al ver nuevamente frustrado su sueño de conquistar el oro olímpico (Nicolás Stulberg)
El serbio, ganador de 66 títulos ATP, entre ellos, 12 Grand Slam, no pudo con uno de sus grandes objetivos pendientes en su impresionante carrera, que es conquistar el oro olímpico. En Beijing 2008, se quedó con el bronce al vencer a James Blake por 6-3 y 7-6, mientras que en Londres 2012, no pudo repetir el objetivo al ser eliminado por Del Potro en el partido por el tercer puesto por 7-5 y 6-4.
Fuente: Infobae