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Atletas que dejan marcas históricas en los Juegos Olímpicos

Publicado por
Aletia Molina

Un meme divulgado en redes sociales en los últimos días ubica al velocista jamaiquino Usain Bolt y al nadador Michael Phelps junto a los miembros de la Liga de la Justicia como Batman y Superman. Los dos deportistas que tienen estatus de estrellas, que ganan millones de dólares por patrocinios y que emocionan a millares de personas con sus gestas deportivas, decidieron en las olimpiadas decir adiós, poner fin a su exitosa carrera deportiva.

Phelps renació en los Juegos de Brasil. En el 2014, la Policía de Baltimore lo detuvo por manejar ebrio y parecía que su carrera se destrozaba. Pero, pudo reflotar, se estabilizó emocionalmente y en Brasil logró cinco oros y una plata. Pero no solo ellos dejaron su huella en Río.

Otros deportistas asombraron al mundo con sus registros y marcas.

Kristin Armstrong La ciclista estadounidense de 43 años se quedó con la medalla de oro contrarreloj femenino de los Juegos. Su historia es un ejemplo de perseverancia y superación: se retiró en dos ocasiones y tuvo que superar dos operaciones de cadera antes de ganar su medalla.

Usain Bolt. El jamaiquino tiene 29 años y es el rey de la velocidad. En las últimas tres olimpiadas ganó las pruebas de 100 y 200 metros y también fue el más veloz en las pruebas de 4×100. ¿Qué más tengo que hacer para demostrar que soy el mejor?, se preguntó tras ganar los 200 m.

Bradley Wiggins El británico, de 36 años, es considerado el rey del ciclismo de pista. En Río consiguió la presea dorada de la prueba persecución por equipos. En su carrera sumó siete medallas olímpicas (cuatro de oro, una de plata y dos de bronce). Sus inicios fueron en el ciclismo de ruta.

Allyson Félix La estadounidense -integrante del equipo 4×100- protagonizó una de las polémicas de los Juegos. Ella se tropezó y no pudo entregar bien el testigo. Pese al escándalo, ella tiene una carrera gloriosa: fue ganadora de oro en Pekín, Londres y plata en Brasil. Se retira del atletismo.

Fuente: El Comercio

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Aletia Molina