El líder católico no vio un escalón del palco colgante ubicado en la parte posterior del templo y cayó cuando tenía un incensario en la mano sin poder algo para evitarlo.
De inmediato se acercó a socorrerlo el maestro de ceremonias pontificias, Guido Marini.
La caída causó instantes de perplejidad entre los fieles y las autoridades políticas locales que estaban ubicadas a pocos metros del pontífice, entre ellos el presidente polaco Andrzej Duda y la primera ministra Beata Szydlo.
Todo se tranquilizó al ver que Francisco se reincorporaba para seguir la misa. Como cayeron algunos inciensos al suelo de alfombra, algunos bomberos acudieron a apagarlos.
La celebración recordaba el 1050 aniversario del bautismo cristiano de la nación polaca.
Fuente: El Universal