En Contexto

SEP-CNTE: asunto de poder

Publicado por
José Cárdenas

Brújula 

Ana Paula Ordorica

 

 

 

La lucha entre la SEP y la CNTE no tiene nada que ver con mejorar la educación. La ley es clara y dice que el maestro que no acude a dar clases tiene que ser despedido a las cuatro faltas injustificadas. Es una ley aprobada por todos los partidos y por amplia mayoría. Si ya no les gusta lo aprobado, hay que cambiarlo, pero hoy la ley es clara y la labor del secretario de Educación Pública es hacer que se cumpla.

Para quienes se manifiestan quejándose de la reforma educativa resultaría mucho más agradable el status-quo-ante: poder recibir sueldos sin hacer el trabajo educativo que les corresponde.

Pero justamente por el caos educativo que generaba esa relación gobierno-sindicatos-alumnos es que se hizo la reforma educativa.

Y hoy lo que vemos es a una CNTE que quiere subirle al secretario Aurelio Nuño el costo de hacer cumplir la ley. El conflicto ha dejado de ser educativo y se ha tornado en un asunto de poder. Así de sencillo.

El problema es que al intentar subirle el costo a Nuño, la CNTE inexplicablemente parece haberse fortalecido. Hace unos meses no lograban quorum en sus marchas. Se hablaba de un Coordinadora debilitada. Y sin embargo ahora tenemos Oaxaca, Chiapas y Guerrero en una situación mucho más complicada debido a un fortalecimiento del movimiento.

Debería ser inexplicable que así sea si tomamos en cuenta las pocas simpatías que genera la CNTE. Basta ver la encuesta publicada el lunes en estas páginas por Ulises Beltrán. En ella un 56% declara estar de acuerdo con el cese o baja de los maestros que dejen de dar clases para acudir a marchas o plantones. Y 69% está de acuerdo con el cese o baja de los maestros que se nieguen a ser evaluados.

Pero hay una explicación simple para entender por qué a pesar de ser un movimiento impopular y cuyas causas no generan simpatía en la opinión pública, la CNTE sigue desestabilizando gobiernos locales y al federal. Tanto que ya se tuvo que establecer una mesa de diálogo.

La explicación está en una muy mala estrategia de comunicación que explique qué es la reforma educativa y qué no es.

¿Por qué hay maestros en las manifestaciones con pancartas en las que se lee ‘No a la privatización’? Porque el gobierno no ha sabido comunicar que la reforma no busca privatizarla. Esa y otras mentiras se propagan de los liderazgos que se resisten al cambio a los maestros y padres de familia que, a falta de otra información, le creen a quienes prefieren que la educación siga por mal camino para que sus bolsillos sigan llenos de prebendas gubernamentales.

Apostilla: Cuando hasta los empresarios sienten que para que el gobierno federal los escuche es necesario manifestarse en el Ángel algo está claramente fallando en la relación gobierno-gobernados. Por eso tantas manifestaciones; por eso tantos frentes abiertos para el gobierno federal.

 

@AnaPOrdorica

 

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José Cárdenas

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