Por el incremento de lluvias en todo el país, autoridades hacen un llamado a la población en general para que tomen medidas de prevención contra las enfermedades respiratorias, en especial con los más vulnerables como los niños menores de cinco años, adultos de 60 y más años, personas con antecedentes de enfermedades pulmonares crónicas, con inmunosupresión y mujeres embarazadas.
Por vía respiratoria, a través de partículas de saliva que quedan suspendidas en el aire al ser expulsadas por una persona enferma, al toser, hablar o estornudar.
Por contacto directo como besos o dar la mano a una persona que tiene la enfermedad.
Al tocar elementos contaminados que han estado en contacto con una persona con gripa.
¿Cuáles son los síntomas?
Malestar general, tos, fiebre, flema, dolor o enrojecimiento de la garganta, ronquera, dolor de oído, cabeza y músculos. Las enfermedades respiratorias agudas pueden durar hasta quince días, entre ellas están: el resfriado común, la influenza y la neumonía.
Sobre la influenza, de acuerdo con la Organización Mundial de La Salud OMS se estima que anualmente cerca del 30% de los niños se contagia de esta enfermedad[2], la cual puede traer diversas complicaciones como neumonía, deshidratación, descompensación del asma, otitis media aguda, entre otros e incluso la muerte.
Por ello, el doctor Hernán Robles, Pediatra, señala que una de las mejores alternativas para prevenir la influenza es la vacunación. Es indispensable que tanto los niños como los padres se vacunen anualmente, debido a que los tipos de virus van cambiando. La vacuna contra la influenza debe ser aplicada a partir de los 6 meses de edad.
¿Cómo evitar que los niños se enfermen?
Evitando el contacto con personas con tos o gripa.
Cubriéndole la nariz y la boca al salir de un lugar cerrado al aire libre
Evitando los cambios bruscos de temperatura.
Brindándole lactancia materna exclusiva, hasta los seis meses de edad.
Si vive en zonas sin pavimentar, humedezca el piso para evitar que se levante el polvo.
Eliminando de manera correcta las secreciones respiratorias con papel higiénico y/o pañuelos desechables, cubrirse con ellos la nariz y boca al momento de estornudar o toser para no propagar el virus.
Manteniendo una buena ventilación e higiene adecuada de los lugares donde el niño pase mayor tiempo, como aulas, viviendas, dormitorios, entre otros.
Fuente: La Opinión