Los menores fueron entregados a sus madres luego de que éstas y una multitud de padres de familia amenazaran a las autoridades de cerrar vialidades si los menores no eran encontrados.
Las madres de los pequeños, identificadas como Cinthya Sánchez y Rocío Balderas habían señalado a la directora como responsable de provocar el miedo a los menores de ser regañados por haberse besado.
¿Un beso? ¿Ustedes creen que eso amerita un castigo? Hay más faltas a la moral que eso. No creo que para unos niños de esa edad haya sido un crimen», dijo Rocío Balderas quien describió a su hija como una niña introvertida.
Los menores que no rebasan el 1.50 metros, estuvieron fuera de sus hogares por cerca de 18 horas y fueron ayudados por los oficiales Mario Antonio Guzmán López, Martí Mendoza Galicia, Didier Leonel Morales González y el comandante Ramón Pérez Fregoso, quienes al percatarse de la actitud de extravío de los menores se acercaron a ayudarlos.
Los menores confesaron haber escapado y tener hambre, por lo que antes de ser llevados a la escuela se les compro dos leches sabor fresa y chocolate además de dos paquetes de cereal azucarado.
Las madres de los menores habían señalado a la directora como responsable de provocar el miedo a los niños.
A las 08:45 fue anunciado que los niños ya estaban con los oficiales, por lo que la madre de Hiromi se desplomó al suelo y comenzó a llorar al mismo tiempo.
Sebastián declaró que habían decidido escapar por el temor de que la mamá de Hiromi la regañara y le exigiera terminar con su noviazgo de tres meses.
Los menores y sus familiares fueron llevados a la agencia 50 del Ministerio Público a presentarse ante el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) para declarar que estaban ya con sus familiares y desactivar la alerta Amber.
Fuente: Excélsior