Marinos, militares, policías federales, elementos estatales y municipales buscan a tres reos sentenciados que se evadieron del penal de Barrientos, ubicado en Tlalnepantla de Baz, tras el motín registrado la noche de este lunes; el gobierno del estado ofreció además hasta 300 mil pesos de recompensa para quien aporte información que ayude a su localización y recaptura.
El secretario General de Gobierno mexiquense, José Manzur Quiroga, señaló que se trata de Ángel Roberto Chávez Hernández, quien está sentenciado por el delito de cohecho y homicidio a partir del 26 de enero del 2010; José Antonio Arvizu Caballero, quien estaba recluido por robo a casa habitación a partir del 10 de julio de 2013 y Bernabé Ángel Ramírez sentenciado por violación a partir del 20 de octubre de 2010.
Las autoridades explicaron que cerca de las 8 de la noche, tras una riña entre varios internos, hubo quema de colchones y enseres, lo que derivó en la incursión de mil elementos en el sitio para controlar el disturbio, lo que ocurrió cerca de las 10:40 de la noche. También añadieron que la fuga de un detenido que llevaba un día en el penal no tiene relación con los hechos registrados más tarde.
Tras los hechos dijo que solicitó al director del Penal de Barrientos, José Luis Vega Carmona y el jefe de Vigilancia, José de Jesús Mejía Bernal, se presenten de forma voluntaria ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), para que formulen sus declaraciones y se deslinden responsabilidades.
Manzur Quiroga confirmó que en el Penal de Barrientos hay tres mil presos, y reconoció que hay una sobrepoblación de 100 por ciento, además de que hay un déficit de personal de custodia de 85 personas, ya que actualmente hay mil 850.
El comisionado de Seguridad en el Estado de México, Eduardo Valiente Hernández, señaló que durante la revuelta 10 internos resultaron lesionados, pero ninguno de gravedad.
Mientras que siete policías también presentan lesiones y uno de ellos tuvo que ser trasladado el Hospital del ISSEMYM.
Aseguró que la incursión de la policía al centro de readaptación social fue con el minimo esfuerzos y exposición al riesgo para evitar daños mayores.
Comentó que la revuelta duró cerca de dos horas, y después tomó el control la policía por lo que durante la madrugada los internos pudieron volver a sus celdas.
Fuente: Excélsior