La reina Isabel II presidió el sábado una gran parada militar, cerca del palacio de Buckingham, en el segundo día de las celebraciones por su 90º cumpleaños, antes de asistir a un desfile aéreo rodeada de la familia real.
Acompañada de su esposo, Felipe de Edimburgo, que este viernes cumplió 95 años, la reina saludó desde su carroza a la multitud reunida en el Mall, la larga avenida que nace en el palacio de Buckingham.
Para este segundo día de festejos la reina escogió un abrigo de un verde fluorescente, una prenda que algunos internautas compararon en Twitter con la rana Kermit.
Unos mil 500 soldados en uniforme de parada y 300 caballos desfilaron en esta ceremonia llamada «Trooping the colour» («desfile de estandartes»), que tiene su origen en los antiguos preparativos para la guerra, cuando se exhibían todas las banderas del ejército para que los soldados las reconocieran en el fragor de la batalla.
La familia real, incluyendo por primera vez la joven princesa Carlota, nacida en mayo de 2015, asistió después a un desfile aéreo desde el balcón del palacio de Buckingham.
El viernes se iniciaron los festejos con un servicio religioso en la catedral londinense de Saint Paul, en presencia del primer ministro, David Cameron, y de todas las figuras importantes del país.
El domingo se celebrará un gran pícnic para 10.000 personas en el Mall en el que la reina participará con su familia.
Nacida el 21 de abril de 1926, la reina de Inglaterra heredó la costumbre de celebrar su cumpleaños dos veces: en privado, el día exacto, y oficialmente en verano, para asegurarse de que el tiempo será mejor.
Pero tratándose de un aniversario tan señalado, los festejos de abril ya fueron mayores de lo habitual, en particular por el baño de masas que se dio la reina en las inmediaciones del castillo de Windsor.
Fuente: Milenio