México puede convertirse en creador de algunas de las herramientas que se usarán en esta nueva etapa de la historia de la red, de acuerdo con científicos mexicanos y de la Unión Europea que desde ayer dialogan en Puebla, en la Cumbre Internacional “Aplicaciones para la Internet del Futuro (AFI 360º)”.
“Ésta es una gran oportunidad para que no solamente seamos usuarios o compradores de tecnología, sino desarrolladores”, dijo en entrevista con Crónica el doctor Luis Enrique Sucar Succar, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE-Conacyt), y miembro del Comité Organizador de AFI 360º.
“Las nuevas aplicaciones que surjan pueden tener un impacto económico fuerte para los usuarios, pero si nosotros creamos y se forman empresas mexicanas en este campo habrá un beneficio doble porque los recursos que se destinarán a la compra de esta tecnología se podían quedar en México y luego reinvertirse en más investigación y más desarrollos propios. Esto está apenas empezando y es un buen momento para fortalecer las capacidades mexicanas y generar nuestras aplicaciones”, añadió.
El grupo de expertos sesiona en la sede del NAOE, en Tonanzintla, Puebla, y ha sido reunido por un comité en el que participan gobierno, academia e industria: la European Alliance for Innovation, Create Net, el INAOE-Conacyt, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (INFOTEC-Conacyt) y T-Systems de México.
“En pocos años veremos que se irá ampliando la forma en que usamos internet. Cada vez habrá más dispositivos que se conectarán a internet e intercambiarán datos entre ellos con nosotros, los usuarios. Habrá casas inteligentes, agricultura inteligente y la salud también cambiará porque se podrá monitorear a los pacientes todo el tiempo y será posible detectar problemas antes de que se presenten y generen una crisis”, india el doctor Sucar, experto en inteligencia artificial.
Fuente: Crónica