Benjamín Torres Uballe
Existe el consenso y la absoluta convicción de que acceder sin trabas a la información es una libertad esencial y derecho inalienable de toda sociedad democrática. Objetarlo es caer en necedad y remar a contracorriente. Los avances tecnológicos en las telecomunicaciones han facilitado la forma en que los ciudadanos se enteran hoy de los acontecimientos en el mundo.
A pesar de ello, aún existen graves peligros acechando cotidianamente para intentar controlar el flujo de la información, matizarla, eliminarla o impedir que se difunda de manera natural. Los métodos son variados y conocidos ampliamente. Van desde la ignominiosa censura a los medios de comunicación hasta presionarlos con la negativa para otorgarles publicidad oficial, pasando por el clásico “chayo” a ciertos “profesionales” del periodismo por guardar silencio o escribir a modo. Todo se convierte en un entramado a favor de intereses perversos y oscuros.
Quizá por eso México no tuvo mucho que celebrar el pasado martes al conmemorarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa, máxime cuando en el país “la libertad de expresión atraviesa por una de sus etapas más críticas”, reconoció ese mismo día la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Sí, el daño es tan profundo que no se alcanza a ver el fondo.
Ninguno de los gobiernos que han arribado a Los Pinos se ha esforzado por construir el andamiaje en beneficio de una auténtica libertad de expresión, por el contrario, el “descuido” en no pocos casos da la impresión de haber sido intencional. Un ejemplo contundente: “Del año 2000 a la fecha son 113 homicidios de periodistas, 20 periodistas han desaparecido desde el año 2005 y se han registrado 49 atentados a medios de comunicación desde el año 2006, lo que da cuenta de la gravedad del problema”, reveló la CNDH. La pregunta es: ¿Cuántos de estos casos se han investigado y resuelto para llevar ante la justicia a los criminales?
Simular una plena libertad de expresión en México no otorga prestigio alguno al gobierno ni contribuye a una democracia vigorosa. Así lo ha enfatizado, también, Irina Bokova, directora general de la UNESCO: “Recibir y difundir información, en línea y fuera de línea, constituye la piedra angular de la democracia, el buen gobierno y el estado de derecho”. En nuestra nación, son recurrentes las tentaciones para que esto no ocurra.
Como en muchas otras variables que dañan al país —corrupción, impunidad, pobreza, entre algunas—, la verdadera libertad de expresión se ha ninguneado y el costo social termina por ser muy elevado, por este motivo es urgente e impostergable que el Estado mexicano coloque en su agenda de prioridades la atención a este derecho fundamental que está por encima de cualquiera de las reformas constitucionales impulsadas y aprobadas en este sexenio.
Hoy, la inacción oficial para garantizar en México la libertad de expresión se acumula a otros factores letales que la socavan: violencia del crimen organizado en contra de los comunicadores, autocensura, beneficios económicos y materiales a determinados dueños de los medios, así como la actual crisis económica. Todo ello ha conformado un peligroso coctel que, a querer o no, ha incidido de manera perniciosa en el periodismo libre e independiente para perjuicio del derecho irrenunciable a expresarse e informarse. La democracia lo resiente.
BELTRONES VS. ANAYA Y BASAVE
A mero pleito de vecindad se han rebajado los líderes del PRI, PAN y PRD. Manlio Fabio Beltrones, además de insistir en defender al impresentable gobernador de Veracruz, Javier Duarte, acusó al partido blanquiazul y al del sol azteca que, de aliarse en el 2018, lo harían sólo con el fin de sobrevivir. Ricardo Anaya y Agustín Basave, por su parte, le reviraron al sonorense afirmando que es un simulador, además de incongruente, y le recordaron que la gente está harta de los gobiernos emanados del PRI. Lo cierto es que nadie les cree, los tres son iguales.
DE TURISMO Y MATEMÁTICAS
En el vendaval de malas noticias que atrapan al país, surgen dos que en algo alivian el “mal humor” social —diagnóstico del señor Presidente, no mío, que conste—:
Que México se ubique en el Top Ten turístico a nivel mundial (noveno lugar) sí que es para presumirse y habla de los maravillosos recursos naturales con los que cuenta nuestra querida patria y la eficaz infraestructura para atender a los visitantes. Nos preguntamos: ¿si no estuviéramos padeciendo los altos niveles de violencia y muertos, qué lugar ocuparíamos?
Generalmente las matemáticas se nos complican un tanto a todos; en el territorio nacional, tal vez un poco más por los deficientes programas públicos para enseñarlas. Por eso cobra especial relevancia y orgullo que una joven connacional haya obtenido la Medalla de Oro en la Olimpiada Europea Femenil de Matemática. ¡Felicidades, Olga Medrano! ¡Muchos aplausos!
@BTU15
