Según el psicólogo de la Universidad de California, Brett Ford:
La ira puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos, y a ser más felices y estar más sanos a largo plazo
La clave estaría en utilizar la ira de manera estratégica en beneficio propio.
Reaccionar de manera inmediata una vez que la emoción ha sido desencadenada, es un error ya que la persona no piensa con claridad y puede cometer grandes errores. Lo recomendable es estos momentos, es para poder manejar la emoción respirar profundamente y contar hasta que se recobre el ritmo cardíaco normal.
Tener fe, creer en algo, es de mucha ayuda en momentos de emociones negativas y explosivas. Ayuda a que la intervención de un ser superior que muestre cuál es el camino facilite las cosas. De hecho hay evidencia de qué la fe ayuda a las personas con depresión a salir adelante.
Según la Asociación Americana de Psicología, modificar algunas palabras al reaccionar ante un desencadenante de emoción negativa puede ayudar. En vez de decir qué terrible, es lo peor, decir es muy frustrante lo que pasó, pero no voy a solucionar nada enojándome.
Pero controlar la ira, reprimir las emociones no es tampoco saludable. Pero se la puede liberar en un ámbito propicio para ello como ser realizando ejercicio, algún deporte de lucha o también en meditación, yoga u otro tipo de disciplina.
La creencia de que todo tiene una solución no siempre aplica, hay cosas que realmente no tienen solución y el estar buscando solución a todo puede ser frustrante cuando se descubre que no todas las cosas la tienen. Por ello, es preferible enfocarse más que en buscar la solución en hacer frente al problema, aceptarlo y asumirlo
De todo se aprende y de los errores, los fracasos y las caídas es de donde se sale más enriquecido se suele decir comúnmente. Aunque sea una frase hecha aplica a la vida perfectamente. Aprender a ver más allá del problema en sí, del momento de dificultad, ayuda a entender que por algo pasan las cosas, que de lo malo también puede haber algo bueno y que el tiempo siempre permite ver las cosas con mayor claridad.
El humor siempre es un buen aliado, ayuda a relajar a ver las cosas con otra actitud incluso en los perores momentos.
Fuente: Sanar