Nueve ciudades mexicanas preocupan a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por su nivel de desperdicio de agua. Una de ellas es la capital del país, que pierde más del 40% por fugas, y otra es la capital del Estado más pobre, Chiapas, donde se escapa hasta el 70%. La principal razón de estas pérdidas, advierten la OCDE y las organizaciones nacionales, es una añeja y abandonada infraestructura.
El reporte de Gobernabilidad sobre el agua de ese organismo incluye una encuesta aplicada a 42 ciudades de países miembros, en la que se mide el porcentaje que cada una pierde de su agua potable disponible. La lista está encabezada por Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, donde las pérdidas rozan el 70%. Le siguen San Luis Potosí, con el 50%; Ciudad de México con más del 40%, y en menor porcentaje Chihuahua, Toluca, Querétaro, Culiacán, Acapulco y Hermosillo.
Otra de las preocupaciones de la organización sobre el agua en México es el acceso a ella y a los servicios sanitarios, que a escala nacional es del 89%, según el Instituto Nacional de Estadística (Inegi). Las ciudades que registraron un menor acceso a estos servicios en la encuesta fueron Veracruz, con un 79%, y Belo Horizonte, Brasil, con un 75%. Es parte de la paradoja sobre la disponibilidad del agua en México: el sur es el que más recursos hídricos tiene y, sin embargo, es donde la población tiene menor acceso.
Incluso el director del Sistema de Aguas de Ciudad de México, hay zonas de la delegación Iztapalapa (la más grande y poblada de la capital) que simplemente no tienen agua potable. Esto se debe, según los expertos, a la dificultad de llevarla hasta esa demarcación, lo que hace que deba tomarse de pozos donde la calidad no es óptima. Además, a la OCDE le preocupa la grave contaminación de los acuíferos mexicanos, problema que para la capital representa un desafío.
El titular del Sistema de Aguas reconoce ese 40% de fugas en Ciudad de México. Ramón Aguirre coincidió con la OCDE en que ocurren por la avanzada edad de la infraestructura, que en la capital es de 60 años de media. “La calidad en los servicios hidráulicos en los países de la OCDE está amenazada por las reservas en inversiones que impiden la mejora, renovación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica”, concluye el informe.
Fuente: El Periódico de México