“El efecto negativo de la fuerte caída de los precios del petróleo desde mediados de 2014 es mayor que los beneficios a corto plazo y parece que hay un efecto contagio a muchos aspectos de la economía mundial”, indicó la OPEP en su informe mensual de enero.
Entre esos efectos negativos está la exposición de los bancos al sector petrolero, así como una inflación muy baja en las economías desarrolladas y una caída de ingresos fiscales por los precios de los combustibles.
Según analistas de la OPEP, los actuales bajos precios de crudo no impulsarán el crecimiento económico mundial por la reducción de los gastos de energía, sino que más bien contribuyen a una espiral descendente.
La OPEP incrementó su producción en enero en 131 mil barriles diarios, pese a que la sobreoferta en el mercado ha sido uno de los principales motivos de la caída de los precios.
Según el informe mensual sobre el mercado del petróleo correspondiente a enero, la OPEP colocó el mes pasado en el mercado 32.3 millones de barriles diarios, 1.8 millones de barriles por encima de la proyectada demanda media de petróleo del cartel en el primer trimestre del año.
Los países responsables del aumento de la producción en el último mes son Irak, Irán, Nigeria y Arabia Saudita, mientras que el bombeo de Angola, Argelia y Venezuela cayó.
A pesar de que los precios del petróleo han alcanzado niveles no vistos en más de 10 años, la OPEP también redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda petrolera en 10 mil barriles por día para este año.
El barril de crudo de la OPEP cayó en enero un 21 por ciento debido a “un exceso de oferta en el mercado del petróleo, la desaceleración de la economía china y una inusual baja de la demanda de combustible de calefacción por el clima templado en regiones clave para el consumo.
La OPEP señaló en su informe que la producción de petróleo por parte de países no miembros del cartel previsiblemente bajará este año en 70 mil barriles diarios.
Esto debido al cierre de más plataformas petrolíferas estadounidenses y a causa de la decisión de algunas compañías petroleras internacionales de reducir las inversiones ante el bajo nivel de los precios.
Arabia Saudita, que es responsable de un tercio de la producción total de la OPEP, ha impulsado una estrategia de precios bajos, para expulsar a competidores que necesitan una cotización más alta para sobrevivir, y defender así su porción del mercado.
Otros países de la organización, como Venezuela, han defendido la necesidad de una reunión extraordinaria de la OPEP para evaluar la situación de los precios con otros importantes productores que no pertenecen al grupo, como Rusia.
Aunque todos coinciden en que existe un exceso de oferta en el mercado, la OPEP, como grupo, no quiere recortar su producción en solitario para no perder cuota de mercado y ha solicitado a sus competidores que también cierren los grifos.
Fuente: Crónica