Son los animales más extraordinarios del planeta. El simple hecho de estar presentes en ella durante los últimos 450 millones de años y prácticamente sin cambios los hace fuera de lo común, son más antiguos que los dinosaurios. Hace 450 millones de años en el Ordovícico ocurrió la primera extinción masiva de animales en el planeta.
El día duraba 21 horas. La vida bullía en el mar ya que en tierra casi no existía oxígeno. Es la época en que se forman los grandes yacimientos de petróleo que hoy explotamos y tienen a la vida al borde de una 5ª extinción masiva, ahora provocada por el hombre y no por causas naturales. Radiaciones de rayos gamma provocaron que la tierra se enfriara y causaron falta de carbonato en el océano causando de muerte de millones de trilobites y corales. Con ellos miles de especies que dependían de ellos para sobrevivir.
Nuevas especies ocuparon los nichos ecológicos dejados libres. Entre ellas las especies con mandíbulas, los primeros tiburones.
Los tiburones son peces cartilaginosos que viven en el mar cien millones de años antes que los vertebrados terrestres poblaran la tierra. Los tiburones tal como los conocemos tienen cien millones de años existir.
Los tiburones comen los tiburones depende en gran medida del lugar que habitan pero en general su dieta incluye moluscos como pulpos, calamar y almejas; artrópodos como langostas y cangrejos; peces como atún, jacks, etc. El 2% de su peso corporal.
Actualmente conocemos 465 especies de tiburones, son depredadores ápices en las cadenas tróficas (alimenticias) marinas. Esto quiere decir que si encontramos un tiburón en el océano debemos alegrarnos en lugar de asustarnos. Son indicadores de buena salud de un sistema ecológico, porque regulan las poblaciones de peces y de sus depredadores como las aves.
Hay un famoso estudio (Holland y Eheterbee, 2000) realizado en las islas al noroeste de Hawaii donde la sobre pesca de tiburón tigre afectó la población de aves marinas (presas de los tiburones) que al aumentar disminuyó ampliamente las poblaciones de peces (principalmente jacks y atunes), esto trajo una floración inusual de algas que afecto a los arrecifes coralinos, por tanto, la productividad primaria del sistema y a los miles de organismos que de ella se beneficiaban.
Esto es tan solo un ejemplo de lo que produce la sobre pesca de tiburón. Remover escualos del medio ambiente marino causa efectos negativos en todo el ecosistema.
Hay 11 especies según la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza) en el listado de especies en alto riesgo y cinco en riesgo de extinción. Diez de tiburones y la manta gigante (Manta birostris) y entre los escualos le tiburón martillo (Sphyrna mokarran) y el tiburón zorro, Alopias sp.
La semana pasada apareció un Boca del Río en Veracruz un tiburón sierra, (Pristiophorus cirratus) especie también en peligro de extinción. Los peces sierra tienen una gran nariz, apéndice rostral (30%) de su tamaño, con hasta 30 pares de dientes a manera de sierra. No se había visto por la zona desde el siglo anterior y había sido visto en 2003 por última ocasión en costas de Quintana Roo. Esto produjo que Armando Díaz me entrevistara sobre este hecho para Tercer Milenio y pasará este domingo por Galavisión a las 5 pm.
https://www.youtube.com/watch?v=bJVk8-hNp_o&feature=youtu.be
El shark finning o corte de aleta de tiburones es una práctica junto a la pesca accidental que está causando la extinción de estas 15 especies de tiburones y de las mantarrayas gigantes.
Alguna vez en Revillagigedo después de una maravillosa inmersión con estos majestuosos gigantes durante una hora fuimos testigos de cómo barcos de pescadores sacaban a las mantas para cortarles las aletas y dejarlas caer para desangrarse al fondo del océano. No teníamos palabras para describir lo que presenciamos.´
España vendía a China 5 mil ton de aletas de tiburón al año. Por ello la Unión Europea ha prohibido esta práctica en 2012. Se afectó con ello tan solo en España una industria de 9 millones de euros al año, y a 2,700 familias de pescadores. El 10% de la capacidad de la flota española de pesca.
“Es más valioso un tiburón vivo que uno muerto. No solamente por lo que representa al turismo sino porque mantiene el balance en las poblaciones del ecosistema en su conjunto”. Escribió en su blog el cineasta y explorador francés hijo del famoso Capitán Cousteau.
En nuestro país existe desde el 2006 una norma (NOM 26) que regula el aprovechamiento del tiburón y rayas. Prohíbe artes de pesca como palangres y mallas (que por igual protege a las ballenas y sus crías); la pesca de tiburones en una franja de 5 Km en los arrecifes de coral (no es suficiente me dicen Sylvia Earle y Jean Michel Cousteau, se necesitaría proteger TODA la zona económica); el shark finning; la pesca de especies protegidas como t. ballena, pez sierra, t. martillo, blanco, peregrino y la manta raya gigante.
Como todo el problema está en la vigilancia y hacerla cumplir gracias al mercado negro que los chinos fomentan sin que ningún gobierno los haya podido o querido detener como también ha sucedido también con el buche de la totoaba (Totoaba macdonaldi) que está causando la extinción de la vaquita marina. Salvo su mejor opinión querido lector.