La cantante pop, Kesha, perdió una querella para quedar libre de un contrato con un productor musical que según ella la drogó, abusó sexualmente de ella y la atormentó psicológicamente.
Pero el fallo del tribunal no termina el enfrentamiento jurídico de la cantante con el productor Dr. Luke, quien refuta las acusaciones y asegura que ella lo está difamando para tratar de eludir su contrato. El fallo del viernes no es la última palabra en su querella en las cortes en Nueva York, por no mencionar demandas relacionadas presentadas en California y Tennessee.
Kesha se negó a hacer comentarios al salir del tribunal y abrazó a algunos admiradores de entre veintenas que se reunieron para apoyarla.
La disputa es una batalla marcadamente personal en una industria con un largo historial de antagonismos entre artistas y aquellos que trabajan con ellos.
«No puedo trabajar con este monstruo», dijo Kesha en agosto en una declaración jurada en la que acusó a Dr. Luke de haberla violado hace una década después de haberle dado una píldora que la dejó inconsciente, de haberla atemorizado para que perdiera peso al punto que no comió nada sólido durante ocho días y de secuestrar su carrera debido a que habló sobre lo ocurrido.
Sus abogados dijeron que el abuso sufrido llevó a su cliente a desarrollar un desorden alimenticio y pensamientos suicidas que motivaron que estuviera dos meses en una clínica de rehabilitación en 2014.
Pero Dr. Luke y sus abogados argumentaron que la cantante y su equipo de abogados están tratando de presionarlo para que le permita salirse del contrato.
«Todas estas espantosas acusaciones de abuso, amenazas y otras supuestas faltas de mi parte contra Kesha son completamente falsas y profundamente dañinas», dijo el productor en diciembre en una declaración jurada.
Él no ha sido acusado de ningún delito, y su abogada, Christine Lepera, dijo que «él quiere que se limpie su nombre».
Fuente: Excélsior