¿Qué pretende el Papa con este viaje?; ¿viene sólo como misionero de la misericordia y de la paz?; ¿cuál será el tono y cuáles los matices de su mensaje?
La presencia y la palabra del obispo de Roma serán cualquier cosa menos anodinas.
El Papa Piacione, expresión despectiva, alusiva a quien sonríe siempre y se lleva bien con todo el mundo, que pretende cambiar el perfil del papado y reconvertir a la Iglesia en una institución pobre para los pobres, no viene a tapar la violencia ni los problemas del país pero tampoco a confrontarse con el gobierno anfitrión.
Así se entiende por qué Francisco se reunirá directamente con los padres y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Un encuentro en corto con ellos sería leído como una provocación política. Los ayotzinapapás están invitados –junto con otras victimas de la violencia– a la ceremonia en Ciudad Juárez donde el máximo jerarca de la Iglesia Católica mostrará solidaridad con la causa de quienes sufren injusticia e impunidad.
Otro evento simbólico será la escala papal en San Cristóbal de las Casas donde Francisco dictará un decreto para permitir la realización de oficios religiosos en lenguas indígenas; también visitará la tumba del obispo Samuel Ruiz. El decreto y la visita para honrar al Tatic, serán vistos como muestra de solidaridad papal con la causa indigenista, y en cierta forma como la reivindicación de la Teología de la Liberación.
Jorge Mario Bergoglio jugará con los símbolos que tanto gusta interpretar a periodistas, comentócratas y analistas. Ya lo verá.
EL MONJE ANONADADO: Con calculada precisión, la Unidad de Investigaciones Especiales del portal dirigido por la periodista Carmen Aristegui –asociada con el semanario Proceso– ha detonado una bomba en vísperas del arribo papal. El petardo involucra a la Arquidiócesis de México y al propio Vaticano –por indiferente– en la nulidad apresurada del primer matrimonio de la señora Angélica Rivera, gracias a la cual pudo casarse en segunda nupcias con Enrique Peña Nieto. Según la nota hubo un montaje torcido para facilitar el matrimonio en un mar de irregularidades. El texto involucra al fallecido padre José Luis Salinas, oficiante de vistosas ceremonias religiosas entre las estrellas del gremio televisivo, quien terminó sus días como “chivo expiatorio” por haber celebrado la unión conyugal sin las debidas licencias. La detonación periodística pretender sembrar la idea de que en este país todo se corrompe, incluida la Santa Madre Iglesia. ¿Será oportuna venganza?