En la oficina de campaña de Hillary Clinton aquí su partidaria, la actriz America Ferrera, escuchaba con lágrimas a un puñado de jóvenes latinos que fueron traídos a Estados Unidos siendo niños y que narraban su miedo constante a ser deportados.

Emisarios afroamericanos y latinos han cubierto el estado. Bill Clinton ha hecho visitas frecuentes a Texas, incluyendo un viaje por ciudades fronterizas como Laredo durante el período de votaciones tempranas. Y la candidata ha amarrado apoyo casi total de líderes políticos estatales y locales, una clave en las comunidades más rurales de Texas.

Después de su aplastante victoria sobre el senador Bernie Sanders en las elecciones primarias demócratas del sábado en Carolina del Sur, Clinton trata de asumir un lustre de inevitabilidad como la virtual nominada de su partido. Y no existe un estado más apropiado para ello que Texas, el más grande de las 11 entidades donde se realizaran elecciones del Partido Demócrata esta semana, en el Súper Martes. Aquí, ella busca otra victoria considerable sobre Sanders: esta vez para probar su habilidad no sólo para ganar en grande entre votantes afroamericanos, pero también entre latinos y anglos.

Con 222 delegados en juego en Texas, el estado podría impulsar significativamente la cuenta de delegados: aún sin los funcionarios partidistas que han prometido apoyarla como “súper delegados”. Así, el camino para la nominación de Sanders sería casi inexistente.

“El hecho es que Texas va a ser fundamental, la zona cero”, dijo el representante estatal por El Paso César Blanco. “Ella tiene raíces aquí. Hizo mucho trabajo de registro de votantes en el sur de Texas a una edad temprano. Los latinos lo entienden, lo saben y lo recuerdan”.

Se ha esperado que Clinton tenga éxito con los votantes afroamericanos. En Carolina del Sur, ella superó a Sanders entre este segmento por más de 70 puntos porcentuales en las encuestas de salida de CNN. La cifra fue superior al margen de 54 puntos entre los afroamericanos en las asambleas electorales –caucus– de Nevada, e incluso superior al triunfo por 59 puntos que tuvo Obama entre los votantes afros en las primarias de Carolina del Sur en 2008.

Existe menos certeza de cómo será el desempeño de la candidata entre los latinos o anglos. Sanders reivindicó una victoria cerrada entre votantes latinos en Nevada basado en las encuestas de entrada, aunque la campaña Clinton ha cuestionado esta afirmación. Sanders va delante de Hillary en estados con mayor población blanca, pero en Carolina del Sur Clinton lo derrotó entre anglos.

La campaña de la ex primera dama ve una oportunidad para ganar en todos los grupos demográficos de Texas, los cuales votaron por ella en mayoría en contra de Obama en 2008 –en contra de Obama–, debido a su fuerza entre los latinos y, en menor medida, entre los blancos.

Para ganar ahora, ella espera encender la sabiduría política que ha servido a Sanders. La campaña de la ex secretaria de Estado se movido con retraso pero agresivamente para activar relaciones de largo tiempo con comunidades minoritarias, se espera elevar la participación de estos grupos para incrementar el margen de victoria sobre Sanders.

Hillary Rodham ha hecho un llamado a vínculos forjados en los inicios de la década de 1970, cuando ella y Bill Clinton tocaban puertas de vecindarios pobres –con gran población latina– para registrar votantes para la campaña presidencial de George McGovern.

El matrimonio Clinton ha visitado Texas un número considerable de veces bajo recomendación de amistades de por vida y aliados políticos que sonaron la alarma en enero, en términos de que la campaña necesitaba moverse más rápido para contrarrestar los esfuerzos de Sanders para atraer votantes en el estado, particularmente latinos.

El senador por Vermont continúa recibiendo apoyo apasionado de los enclaves más liberales del estado, en particular Austin. Mientras que su campaña asegura que pelea el voto de las minorías en Texas, el candidato se enfocado en áreas donde el voto más liberal y blanco se concentra.

El sábado regresó a Texas por primera vez desde julio para tener un mitin ante una multitud heterogénea de más de 17 mil en las áreas de Austin y Dallas. Ambos eventos fueron predominantemente bancos, con chispazos de latinos y afroamericanos jóvenes.

La retórica crecientemente hostil de los candidatos republicanos hacia los votantes hispanos podría impulsar la participación de las minorías, y ayudar a Clinton, dijo la excandidata a la gubernatura, Wendy Davis.

“La predicción es que si la participación en las urnas crece será principalmente debido a votantes históricamente apáticos como los latinos”, dijo Davis, quien ha apoyado públicamente a Clinton.

“Va a crear una razón motivante para que la gente salga y se asegure que sea nuestra nominada, creyendo que es la mejor posicionada para asegurar la nominación”.

Los electores hispanos de Texas –y los demócratas en general– son conocidos por no presentarse masivamente a votar. En general los votantes más jóvenes han demostrado ser poco confiables para Sanders en otros estados, incluyendo Carolina del Sur.

Fuente: Diario. Mx