El dragón chino se hunde y nos arrastra sin remedio.
Los malos resultados de la economía del poderoso gigante asiático han provocado terror mundial acrecentado por la decisión de devaluar el Yuan, lo cual abre la puerta a una guerra de divisas que podría tragarse a nuestro peso.
No se necesita ser especialista en temas económico financieros para percibir el peligro que acecha en uno de los peores inicios de año.
¿De qué tamaño será el nuevo golpe si nuestro tipo de cambio se ha desplomado un 38% en los últimos dos años?
Al principio de 2014 el dólar se vendía en $13.08; hace un año costaba $14.84. Hoy el dólar cerró en $18.13, el nivel más alto de la historia, y pudo estar peor si el Banco de México no le metía otros 400 millones de dólares para evitar una mayor volatilidad de nuestra moneda.
Si bien el discurso oficial es optimista y habla de “devaluaciones competitivas” como una ventana de oportunidad para incrementar exportaciones, la expectativa es relativa si admitimos que México no es un vendedor clave de materias primas y las manufacturas se ven afectadas por la compra de insumos en dólares.
“La desaceleración de la economía de China representa un desafío para gran parte del mundo, pero México tiene a favor su estrecha relación económica con Estados Unidos”, asegura José Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
¿Es decir que EU nos protege de los coletazos del dragón chino?
Ante la caída del mercado en China, Videgaray advierte que las finanzas nacionales están controladas y en orden; que no hay signos de alarma pese al incremento de la deuda; que comparados con Brasil –el gigante sudamericano– estamos en la gloria y que según los analistas podemos presumir de tener la economía latinoamericana que mejores expectativas genera para 2016.
La mala noticia es que la buena salud financiera apenas nos va a alcanzar –si bien nos va– para crecer 2.5 por ciento. Nada mal comparado con economías similares a la nuestra, pero nada bien comparado con nuestras necesidades.
Lo único seguro hasta el momento es la incertidumbre… y la gente de a pie percibe que el león no es como lo pintan Videgaray y Gurría.
EL MONJE PREGUNTÓN: ¿Cómo fue posible que los votantes hayan elegido a Cuauhtémoc Blanco para gobernar Cuernavaca, un cargo para el cual el famoso ex futbolista carece de la mínima preparación? Esa comedia morelense podría servir de libreto a una reedición de “La Familia Peluche”.