En Cancún, esta última semana se ha movilizado la sociedad civil organizada por ecologistas que desde hace meses se mantiene en vigilancia en redes sociales, haciendo guardias, para defender del desmonte y relleno a un polígono llamado Malecón Tajamar.
La protesta incluye un amparo promovido en junio pasado. Por encima de las protestas, el pasado viernes 15 de enero en la noche entró al predio vigilado, maquinaria pesada y volquetes resguardados por granaderos de la policía, desmontando en dos días unas 20 hectáreas de manglares y humedales, así como una amplia variedad de fauna silvestre fue sepultada como cocodrilos, iguanas, cangrejos azules, ardillas y nidos de aves, para preparar la construcción del que será uno de los más polémicos desarrollos inmobiliarios auspiciados por Fonatur.
El Malecón Tajamar es un proyecto turístico inmobiliario de 70 hectáreas, de las cuales 58 fueron urbanizadas, notificadas y vendidas.
Según el plan maestro del Fonatur, en los terrenos que colindan con la laguna Nichupté y la zona de manglares del mismo nombre, se pretende edificar 22 proyectos como la basílica católica de Cancún, un centro comercial, estacionamientos y oficinas, así como una zona residencial con tres mil 600 viviendas y torres de condominios.
Greenpeace de México documentó y denunció en 2008 que las tierras del Malecón comercializadas en esos años, forman parte de más de cuatro millones de metros cuadros que Fonatur vendió durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa por poco más de 58 millones de dólares.
Aunque ya estaba el daño ecológico hecho, la defensa jurídica de los grupos de activistas «Salvemos el Manglar Tajamar», logró que este miércoles el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Cancún concediera una suspensión provisional que ordena detener el relleno de manglares en citado Malecón Tajamar.
Por otro lado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señaló que a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, otorgó en julio de 2005 al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la autorización en materia de Impacto Ambiental para las obras y actividades en el Proyecto Malecón Cancún Tajamar.
De acuerdo con un comunicado, dichas obras incluían la remoción de 49.10 hectáreas de vegetación hidrófila (manglar, sabana y graminoides), selva baja caducifolia y secundaria, con el fin de dotar a dicho espacio de servicios de electrificación, agua potable, sistemas de alcantarillado, pavimentación, jardinerías y banquetas, para concretar la construcción de diversos proyectos inmobiliarios para lo que fueron adquiridos por particulares esos predios.
Fonatur ha cumplido con la presentación de los informes establecidos en los términos y condicionantes de las autorizaciones. Para el caso de cambio de uso de suelo forestal ha presentado 7 informes: 24 de mayo del 2007; 19 de diciembre de 2007; 10 de enero de 2011; 11 de febrero de 2014; 1 de julio de 2014; 24 de febrero de 2015; 19 de agosto de 2015 y 5 diciembre del 2015, que en su momento fueron validados por Semarnat.
Asimismo, en materia de Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales, la Semarnat, a través de la Dirección General de Gestión Forestal y de Suelos, autorizó el proyecto en febrero de 2006. Ambas autorizaciones tienen validez hasta febrero de 2016.
Por otra parte, la Dirección General de Ecología del Ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) otorgó los permisos de «chapeo y desmonte» luego de que los desarrolladores cumplieron las formalidades exigidas en el Reglamento de Ecología y Gestión Ambiental del Ayuntamiento.
Cabe destacar que las autorizaciones federales se otorgaron en su momento después de que los desarrolladores cumplieron con los requisitos establecidos en leyes ambientales.
La entrada en vigor de la adición al Artículo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre del 1 de febrero de 2007, que prohíbe la remoción, relleno, transplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar, es posterior a las autorizaciones antes referidas.
En noviembre del 2015 un Juzgado Federal determinó dejar sin efectos la suspensión definitiva en contra de la autorización de impacto ambiental otorgada al proyecto, por lo que Fonatur se encontraba en plena posibilidad jurídica de ejecutar las acciones de remoción de vegetación hasta el 8 de febrero del 2016.
Asimismo, Fonatur acreditó que los lotes que integran el Plan Maestro de Malecón Cancún Tajamar cuentan y cumplen con las autorizaciones en materia de impacto ambiental y forestal emitidas a su favor por las autoridades federal y local correspondientes, así como el rescate de la fauna silvestre.
En uno de los casos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Prpfepa) suspendió actividades en agosto de 2015, tras llevar a cabo 11 inspecciones en 10 lotes de este proyecto luego de verificar que carecían de autorizaciones propias, y no acreditar la cesión de derechos de autorizaciones de Fonatur a su favor así como haber iniciado la remoción de vegetación en incumplimiento a una condicionante de impacto ambiental fijada por Semarnat.
Por su parte, Profepa verificó aleatoriamente que la realización de actividades y obras se llevarán a cabo en estricto cumplimiento a los términos y condiciones de las autorizaciones para evitar su contravención.
También supervisó que los trabajos se hicieran en apego a las disposiciones ambientales federales como son la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Es importante destacar que no se registró durante la ejecución evidencia o existencia de ejemplares de fauna silvestre durante los desmontes llevados a cabo, al amparo de las autorizaciones emitidas por la Semarnat y que la presencia de ejemplares de diversas especies, hoy en día, corresponde a la actividad cotidiana del ecosistema de la zona.
Como se conoce, el desarrollo fraccionado en 44 lotes (44.6 hectáreas) cuenta ya con avances en su desarrollo, propósito de la comercialización que llevó a cabo Fonatur (avenidas con camellón, glorietas y calles con adoquín) en una superficie de 16.9 hectáreas.
Los desmontes de los últimos días llevados a cabo por Fonatur, al amparo de las autorizaciones vigentes, alcanzaron una superficie aproximada de 22 hectáreas, respetándose los términos y condicionantes así como el cumplimiento del programa de rescate de fauna respectivo.
La PROFEPA ha recibido en esta semana 8 denuncias populares presentadas por particulares que se atienden en términos de ley, las cuales piden mayor presencia de inspectores en el proyecto Malecón Tajamar; así como un informe sobre la actuación de esta autoridad en el tema y la remoción de vegetación, entre otras.
El día hoy se tomó conocimiento de la suspensión provisional concedida por el Juez Segundo de Distrito en Quintana Roo, para suspender cualquier acto que implique la ejecución de remoción de cualquier tipo de vegetación así como el relleno de material pétreo en la zona denominada, Malecón Tajamar, y para el caso de estar ya concluidas se suspenda el inicio de actividades vinculadas con obras civiles.
Las autoridades responsables darán respuesta en tiempo y forma a dicho Juzgado Federal.
Fuente: Radio Fórmula
1 comentario
LA TRAGEDIA DEL MANGLAR
“El hombre extinguió un manglar, ya pagará su maldad.”
Fue santuario prodigioso,
era un bosque pantanoso,
mezcla de agua, dulce río,
con de mar, sal de rocío.
Naturaleza, de luto,
ecocidio en lo absoluto,
por la muerte del manglar,
muy selvático ejemplar.
La humanidad impasible,
sin prever lo previsible,
como si nada ocurriera,
cual si nada sucediera.
Los lotes puestos en venta,
por supuesto, . . . fraudulenta,
que la inversión, que el turismo,
siempre salen con lo mismo.
Todo por un malecón,
del más corrupto . . . bribón,
“uso del suelo, urbanismo”,
¡Dios bendito, que cinismo!
SEMARNAT, en la vergüenza,
FONATUR, que desvergüenza,
interés, por el dinero,
¿qué, el gobierno es usurero?
Que vendrá la gran derrama,
económica proclama,
que la inversión extranjera,
como siempre se exagera.
Que no hubo daño ambiental,
dijera algún tal por cual,
“solo se impactó el ambiente”,
creen que el humedal no siente.
Infinita es la tragedia,
¿tal desastre quién remedia?,
¿a ecosistema, quién ama?,
¿por natura, quién reclama?
Manglar: árbol retorcido,
cerebro humano: torcido;
al caribe mexicano,
le ha pegado un mal insano.
Desmontada está la zona,
cual desierto de Arizona,
flora, plantas humilladas,
las arenas desoladas.
Se ha perdido, así, el vergel,
arboleda inmensa, fiel,
por ambición de unos cuantos,
pasividad de otros tantos.
Los cocodrilos, iguanas,
serpientes, aves hermanas,
han perdido, ya, su entorno,
devastación sin retorno.
Más de veintidós hectáreas,
ocaso de especies varias,
que quedaron a su suerte,
la más insensata muerte.
Aves, crustáceos y peces,
biodiversidad, reveses,
la sabana sepultada,
ya no queda nada, . . . nada.
¿Quién protegerá las costas,
peces, moluscos, las ostras?,
árboles de agua salada,
su carta ya estaba echada.
Muy triste está la marea,
resignación, ¡qué tarea!,
Quintana Roo, pesadumbre,
Cancún, horror, podredumbre.
La tragedia del manglar,
el Manglar de Tajamar,
en el mar azul turquesa,
queda huella de esta queja.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 27 de enero del 2016
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)