En este 2015 hubo muchísimos discos excelentes y al mismo tiempo, fueron bien claros cuáles fueron los más destacados.
El rapero Kendrick Lamar por su excelente tercer disco, To Pimp a Butterfly, y las colaboraciones que realizó a lo largo del año obtuvo 11 nominaciones a los Grammy. Normalmente los premios no suelen estar tan en sintonía con lo que opina la crítica mundial, pero en este caso fue unánime: el rapero ofreció el mejor disco del año.
Tras él se destacan otros tantos lanzamientos, como el del las canadienses Grimes y Carly Rae Jepsen, una y otra de lados opuestos del pop; la cantautora australiana Courtney Barnett, que también está nominada a los Grammy como Mejor artista nuevo y sus coterráneos, los rockeros psicodélicos de Tame Impala.
A nivel latinoamericano, fue la mexicana Natalia Lafourcade, con cuatro Latin Grammy, la que ofreció el disco más rico y bello del año.
En el ámbito local, tras un 2014 repleto de lanzamientos de bandas populares, el 2015 fue el año indiscutido de los independientes. Hablan Por La Espalda y Sangre, un disco que comenzó como un proyecto de crowdfunding, se alzó como el mejor disco del año al lograr concretar el gran abanico de influencias que hacen a la banda una de las mejores de la actualidad, seguido por otros proyectos independientes como el trío Fernando Henry, Lucas Meyer y Pau O’Bianchi, Señor Faraón y Los Nuevos Creyentes.
Otros destacados fueron los raperos de AFC y Latejapride, el regreso de Malena Muyala y el disco rockero de Socio.
La política, la salud mental y el rap se unen en uno de los discos más sólidos y artísticos de un rapero que se ha transformado en la voz de las luchas raciales de 2015.
Art Angels – Grimes
Después de forjarse su lugar en el pop más vanguardista, la canadiense ofrece su disco más accesible pero no por ello innovador, confrontativo y brillantemente pop.
Para Jepsen, la manera de deshacerse del fantasma de Call Me Maybe fue realizar un disco sólido, con influencias del pop y R&B de los 1980 y donde todos los temas fuesen perfectos.
La australiana con su disco debut hace lujo de una pluma inteligente, rápida para el humor observacional y una guitarra que se sale de lo esperado para componer el rock moderno.
Las hermanas gemelas francocubanas crearon una oda espiritual a los que ya no están, mientras encuentran maneras de unir su tradición con la electrónica y el R&B.
Kevin Parker, el niño dorado de la psicodelia, logró superarse con un disco que integra en su tejido complejo música disco, letras maduras y atmósferas etéreas.
M3LL155X – FKA twigs
Solo 5 canciones alcanzan para que la artista inglesa ofrezca de lo mejor del año. Logra estremecer al escucha con melodías oscuras, letras profundas y beats hipnóticos.
La cantautora mexicana se consolidó con 4 Grammy Latinos y un disco que combina la dulzura de su voz con influencias del folklore de su país y melodías pop.
I Love You, Honeybear – Father John Misty
Aunque Father John Misty sea un personaje ideado para revelar las ironías y los excesos del mundo, este disco rompe con la barrera e integra la vida amorosa del autor, Joshua Tillman.
How Big, How Blue, How Beautiful – Florence and The Machine
El pop y el rock, en la voz de Florence Welch, no alcanza mayor grandilocuencia, barroquismo y poesía. Su tercer disco es su mayor apuesta y consecución.
Fuente: Google / Observador