Con el fin de detectar más rápido el cáncer cervicouterino, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) creó un dispositivo portátil que lo detecta en menos de dos minutos gracias a sus dos tecnologías: la medición óptica y la eléctrica, las cuales dan un 85% de confiabilidad del diagnóstico.
En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el investigador del Tec Campus Monterrey, Jesús Seáñez de Villa, explicó que uno de los métodos del dispositivo para detectar el cáncer es la emisión de halos de luz (roja, verde y azul).
“Mientras más avanzada esté la enfermedad, mayor es el rebote de luz”, pues el cáncer cervicouterino es producto de una serie de reacciones a nivel celular, como el aumento del tamaño del núcleo, puntualizó Seáñez de Villa.
La segunda técnica es la medición eléctrica que consiste en aplicar una pequeña corriente en el tejido —imperceptible para la paciente— y se registra la resistencia del mismo al paso de la corriente. En ese caso, mientras más avanzada esté el cáncer menor es la resistencia que mide el aparato.
El investigador del ITESM aseguró que ninguna de estas variables se mide en el proceso tradicional y resaltó, como otra de las innovaciones del dispositivo, su sistema de algoritmos, con el cual aprende conforme le vayan presentando más casos.
Para poder usar el dispositivo, el aparato debe calibrarse por 15 segundos, luego se coloca el consumible y se introduce la punta en la vía vaginal para realizar la prueba.
«El ginecólogo va haciendo toques con el dispositivo alrededor del cérvix. En total, el examen dura aproximadamente dos minutos o hasta menos», comentó el investigador, quien agregó que la respuesta de la prueba se da con una semaforización.
Es decir, se enciende alguna luz roja, verde y amarilla, con las que se indica el tejido con lesión precancerosa o cancerosa, tejido saludable o examen inadecuado, abundó.
Debido a su fácil manipulación y a las demás características, el dispositivo es una opción para combatir el cáncer de este tipo, una de las terceras causas de muerte en las mujeres a nivel mundial, aseguró Seáñez de Villa.
«Esta es una enfermedad que si se detecta en las primeras etapas, nueve de cada 10 mujeres se pueden, incluso, curar completamente”, por lo que el tiempo es un factor clave, subrayó.
Sin embargo, el Papanicolau, método común de tamizaje, es un proceso en el que intervienen muchas manos y cuyos resultados pueden tardarse en entregarse hasta seis meses o más; desventajas que disminuyen sus índices de confiabilidad hasta 54 por ciento.
El dispositivo, que cuenta con una patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), está en proceso de obtener el registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Así como el de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), tras lo cual podrá comercializarse en México en 2016 y en Estados Unidos a partir de 2017, con un costo aproximado de mil dólares.
Mientras que el precio de cada consumible que utilice podría oscilar entre 15 y 20 dólares.
Fuente: Su Médico