Francia reforzará la seguridad durante las celebraciones del fin de año en las principales ciudades del país con un despliegue de 60 mil policías y militares y 21 compañías de agentes antidisturbios, en una movilización sin precedentes.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, explicó a los medios que «esta no será una fiesta de Año Nuevo como las otras», en referencia a los recientes atentados que golpearon París el pasado 13 de noviembre.
En la capital, el 80 por ciento de los agentes de policía estarán sobre el terreno velando por la seguridad de los parisinos, según indicó la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo.
El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, visitó hoy algunos de los lugares más frecuentados por los turistas en París, como la catedral de Nôtre Dame o la avenida de los Campos Elíseos, para asegurar su protección y rendir homenaje a los 10 mil militares desplegados en el país.
Los emblemáticos festejos que cada año se suceden en los Campos Elíseos y en las inmediaciones de la Torre Eiffel no se suspendieron, pero sí se verán acortados en el tiempo de espectáculo y en la programación de las actividades de animación.
Este año la ausencia de fuegos artificiales en los minutos de entrada al nuevo año marca en la celebración una infrecuente sobriedad y austeridad, para homenajear a las víctimas de los ataques terroristas.
El Arco del Triunfo se iluminará con un vídeo proyectado en las dos caras del monumento de 23:50 hora local hasta la medianoche que marca el cambio de año, y además estarán colocadas seis pantallas en las calles próximas a los Campos Elíseos.
En la ciudad de Estrasburgo, la famosa maratón de San Silvestre también estará bajo extrema vigilancia y la seguridad de la Nochevieja será igualmente reforzada con la presencia de militares que patrullen por la ciudad.
Teniendo en cuenta los habituales incidentes que se suceden en esa fecha y que dejaron el año pasado 46 vehículos incendiados en dicha ciudad y más de una veintena en la región del Bajo Rhin, los agentes de seguridad locales optan por la prevención.
Fuente: Excélsior