América Latina logró revertir en el primer semestre una tendencia decreciente que en los últimos dos años afectó a su producción editorial, pero todavía tiene ante sí el reto de lograr que esos libros lleguen a manos de los lectores latinoamericanos.
Así lo señaló hoy el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), organismo con sede en Bogotá y vinculado a la Unesco, en su octavo boletín «El Libro en cifras».
De enero a junio se registraron 94.125 títulos en las agencias ISBN (Número Internacional Normalizado del Libro) de América Latina, con lo cual se supera en un 10,5 % los registros del mismo período en 2014, dijo el CERLALC.
La nueva directora del CERLALC, Marianne Ponsford, manifestó su satisfacción por esos datos y también por el hecho de que América Latina en conjunto vaya a ser la invitada de honor de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (México) en 2016.
«América Latina se revela como una cantera de enorme potencial artístico e intelectual que se desplegará en la FIL en 2016», dijo.
Sin embargo, Ponsford apuntó también a las «proverbiales» dificultades que enfrenta la distribución del libro.
«La concentración de los canales de comercialización del libro en los centros urbanos de la región, su escasez o inexistencia en territorios alejados de ciudades grandes o intermedias, así como los nada desdeñables costos de transporte de los libros, que terminan siendo gravosos para el precio final, hacen aún hoy muy difícil una circulación masiva de libros incluso entre países vecinos».
«Conseguir, por lo tanto, que la enorme producción editorial de América Latina llegue a manos de los lectores de la región continúa siendo uno de los mayores retos», agregó.
Brasil, el mayor productor de libros de la región, fue el principal responsable del aumento de los títulos registrados en el primer semestre, al igual que 2014 fue el país que incidió más en el descenso del 2,8 % registrado en la producción editorial regional con relación a 2013.
Los títulos registrados por Brasil en el ISBN, que en 2014 habían disminuido un 8,8 %, llegaron a 43.170 en el primer semestre, lo que significa el 45,9 % de la producción total de la región.
En el primer semestre de 2014 los títulos brasileños eran 34.163, poco más del 40 % del total de América Latina.
El CERLALC destacó también los resultados positivos de México (14.182 títulos) Argentina (13.771) y Colombia (7.984) en los primeros seis meses de 2015.
La otra cara de la moneda es Panamá, donde el número de títulos registrados en el primer semestre (506) decreció un 2,4 % con respecto al mismo periodo de 2014, «cuando se presentó un aumento a causa de un inusitado registro de obras cartográficas».
Las editoriales comerciales fueron las que más aportaron al crecimiento del registro de títulos (8,5 puntos porcentuales). Su participación se situó en el 59 % del total, tres puntos porcentuales más que en 2014.
También creció el registro de títulos por parte de los autores-editores (11 %) y de las editoriales universitarias (10 %). Por el contrario, se evidenciaron caídas en los títulos registrados por el sector público (6 %) y por las fundaciones y ong (17 %).
En lo que se refiere a la creación de contenidos para lectura en dispositivos digitales, Cuba, con un 55,5 % del total de títulos registrados en ese formato, ha dado un gran salto respecto al primer semestre de 2014, cuando representaban un 18,2 %.
Le siguen México (25,9 %), Venezuela (23,4 %), Colombia (23,3 %) y Guatemala (19,8 %).
Los factores que inciden en la producción de títulos en formato digital van desde la capacidad de los editores para crear o migrar contenidos hasta la disponibilidad de plataformas de comercialización, pasando por el desarrollo y masificación de las transacciones electrónicas, señala el CERLALC.
Fuente: El Periódico de México