Don Joaquín está escondido en el Triángulo Dorado.
Según la agencia estadunidense Associated Press, un funcionario federal reveló que después de escapar del penal del Altiplano, Guzmán Loera huyó al Estado de Querétaro desde donde viajó en avioneta hacia las montañas de la Sierra Madre sinaloense.
Al Chapo lo tenían, era suyo y lo dejaron ir por un hoyo que es boquete… y por un largo túnel de negligencia, complacencia, complicidad, corrupción, o todo junto.
Aun sin digerir la filtración del video de la fuga “imperdonable” (sound track incluido), el gobierno federal se traga el ridículo cuando le sobran enemigos…
Añada que el Gabinete de Seguridad (Sedena, Marina, Segob, Cisen, CNS y PGR) se ve obligado a confirmar la versión difundida por la cadena estadunidense NBC: un comando de la Marina acorraló al capo en un rancho de Cosalá, Sinaloa, vecino a Tamazula, Durango; el criminal logró escapar; va herido en el rostro y una pierna.
Otra vez los medios gringos le comen el mandado a las tiesas instituciones nacionales.
No es casualidad que la evidencia del fracaso de nuestras fuerzas armadas para recapturar al Chapo surjan horas después de la presencia en México del secretario de Seguridad Nacional de EU –Jeh Johnson– quien vino a “garantizar” todo el apoyo de Washington para la recaptura del más buscado, aquí… y allá.
La “generosa ayuda” incluye intercepción de teléfonos satelitales y celulares, y uso de drones para geolocalizar al célebre prófugo.
No hay duda, las agencias gringas también están metidas en la cacería del Chapo para presionar a las autoridades mexicanas.
Pisar los talones del narco-jefe no es ningún mérito si este es capaz de esfumarse a la mera hora. Estar tan cerca y fallar es tan bochornoso como no saber en dónde diablos se esconde.
Tan cerca y tan lejos, entre suspicacia y vergüenza, este jueves el secretario de Gobernación comparecerá ante comisiones unidas de Gobernación y Seguridad Pública; A Miguel Ángel Osorio Chong se lo van a comer vivo…
EL MONJE LOCO: Roberto Gil Zuarth, líder del Senado, desmiente que el Presidente de la República pueda ser citado por el ocultamiento del video completo de la fuga del siglo. En caso de que un alto funcionario resulte políticamente responsable de la filtración se dará vista al superior jerárquico –en este caso Peña Nieto– y se exigirá una investigación a la Secretaría de la Función Pública. Así lo establece la Ley Orgánica del Congreso. Nada más, pero nada menos…