La taquillera saga cinematográfica The Hunger Games se despedirá del público el próximo mes de noviembre con una película que tendrá un final «muy satisfactorio y emotivo», según aseguró su director, Francis Lawrence.
El filme The Hunger Games: Mockingjay – Part 2, basado en los libros de Suzanne Collins, es el cuarto y definitivo capítulo de una historia centrada en la rebelión de unos ciudadanos oprimidos en una futurista sociedad distópica en la que las élites han convertido la supervivencia de los débiles en un espectáculo de televisión.
Los protagonistas, con Jennifer Lawrence a la cabeza, se ven forzados a participar en unos llamados «juegos del hambre» -una competición a vida o muerte que recuerda a la novela The Running Man (1982) de Stephen King- que les reportan una popularidad que acabarán usando para cambiar el perverso sistema.
«Después de lo que han pasado los personajes, quieres terminar con una sensación de esperanza pero debido a los temas que exploramos, como las consecuencias de la violencia y de la guerra, ellos cambiarán para siempre. Incluso si hay esperanza, han sufrido un daño que permanecerá con ellos», dijo el realizador.
Lawrence insistió, sin embargo, en que, a pesar de que la felicidad no será completa, el final será «el más satisfactorio de todas las películas (de la saga), porque es el único que realmente termina» y confía en que esté a la altura de las expectativas de los fanáticos de esta historia.
El director ha pasado más de tres años y medio dedicado a tiempo completo a The Hunger Games, ya que dirigió la segunda parte (Catching Fire, 2013) y la tercera (Mockingjay – Part 1), lo que le permitió establecer una comunicación con los seguidores de la obra y escuchar sus peticiones.
«Quieren que incluyamos frases específicas del libro, algunas escenas», comentó el cineasta, que señaló que uno de los deseos de los seguidores es ver en pantalla un encuentro amoroso entre Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson), personajes que fingen una incómoda relación sentimental.
Sin dar detalles específicos, el realizador adelantó que Mockingjay – Part 2 cuenta con «una sorpresa que no está en el libro» y que se ha añadido específicamente para contentar a los seguidores.
«Está hacia el final de la película», apuntó.
El largometraje se estrena en EU el 20 de noviembre y cuenta con un reparto plagado de estrellas de Hollywood con Jennifer Lawrence, Julianne Moore, Elizabeth Banks, Woody Harrelson, Stanley Tucci, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson, así como con Philip Seymour Hoffman, quien falleció de sobredosis en Nueva York en febrero de 2014.
Lawrence rodó las dos partes de Mockingjay a la vez, una filmación que llevó más de 150 días, y que había casi concluido cuando murió Hoffman, que tenía 46 años.
«Fue una situación horrible», recordó Lawrence. La noticia tuvo un impacto emocional muy duro para quienes participaron en la producción.
«Creo que no hubo una energía renovada en el equipo hasta que dejamos Atlanta y nos fuimos a Europa (el filme terminó de rodarse en Berlín) y cambiamos completamente de localización, pero eso fue meses después», manifestó Lawrence.
El vacío dejado por el personaje de Hoffman se suplió con modificaciones de guión y otros actores interpretaron las partes que le tocaba al difunto ganador de Oscar por Capote (2005).
«No queríamos recrearlo digitalmente», declaró el director, quien no oculta que echará de menos al grupo con el que hizo The Hunger Games ahora que finalizó el trabajo, aunque está listo para empezar nuevos proyectos, incluida otra posible saga.
Lawrence ultima el desarrollo de la adaptación cinematográfica de La Odisea, el poema épico griego en el que Homero narra la historia de Ulises.
«Estamos trabajando en una película, pero en ese mundo hay más historias que se pueden contar. (Para mí) no se trata del tamaño del filme, es la idea, que sea un mundo interesante con personajes interesantes», declaró Lawrence, que para The Odyssey cuenta con el respaldo del estudio Lionsgate, igual que en The Hunger Games.
Fuente: Excélsior