Los negociadores de paz del Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC anunciaron el fin de semana un acuerdo para buscar conjuntamente a las más de 25 mil personas que, según diversas fuentes, se registraron como desaparecidas durante el más de medio siglo que dura el conflicto armado.
En un comunicado inesperado emitido desde La Habana, sede de los diálogos de paz desde que éstos comenzaron en noviembre de 2012, los negociadores indicaron que se dispondrán medidas humanitarias de búsqueda con apoyo del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) y que se creará una unidad especial para buscar a los desaparecidos.
Entre 25 mil y 45 mil personas se encuentran desaparecidas, según diversas fuentes oficiales.
Las medidas humanitarias, que buscan «aliviar el sufrimiento de las familias de las personas dadas por desaparecidas y de esta manera contribuir a la satisfacción de sus derechos», se pondrán en marcha «antes de la firma del acuerdo final» de paz, que ambas partes acordaron alcanzar antes del próximo 23 de marzo.
A través de ellas se realizará la «búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos de personas dadas por desaparecidas», tarea en la que el Gobierno y FARC han solicitado el apoyo del CICR.
El Gobierno y las FARC se «comprometen» a entregar al CICR «la información de la que dispongan» sobre el posible paradero de los desaparecidos y facilitar la ejecución de los planes especiales humanitarios, que se nutrirá también con información de las organizaciones de víctimas.
Cuando se tengan todos los datos se «definirá un plan de trabajo para que el CICR y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses diseñen y pongan en marcha» los protocolos, que en todos los casos contarán también con apoyo de la Fiscalía.
El CICR está listo para apoyar la implementación del documento (…) Lo haremos con el fin humanitario que guía siempre nuestra acción: aliviar el sufrimiento de las víctimas», afirmó en un comunicado el jefe de delegación de este organismo en Colombia, Christoph Harnisch.
Su ayuda se centrará en aportar su experiencia en el apoyo a los familiares, la exhumación de restos mortales en zonas donde no pueda hacerlo el Estado, y la asesoría a las instituciones responsables de esta problemática, detalló Harnisch.
En paralelo, el Gobierno «acelerará» tanto la identificación de víctimas muertas «en desarrollo de operaciones de la Fuerza Pública» enterradas «en cementerios ubicados en las zonas más afectadas por el conflicto» como también la entrega de restos.
Organizaciones de víctimas y de derechos humanos, subrayaron el Ejecutivo y las FARC, aportarán recomendaciones para que este propósito se cumpla.
La unidad coordinará y contribuirá a realizar acciones para localizar a desaparecidos «que se encuentren con vida, y en los casos de fallecimiento, cuando sea posible, la identificación y entrega digna de los restos».
En cualquier caso, agrega el acuerdo, este equipo entregará a los familiares del desaparecido un informe en el que recogerán toda la información que hayan podido encontrar.
Todos los procesos que realice este grupo «tendrán carácter humanitario y extrajudicial», y deberán informar sobre sus progresos «periódica y públicamente», así como elaborar «un registro nacional de fosas, cementerios ilegales y sepulturas».
Fuente: Excélsior