El nuevo video de la fuga de Don Joaquín –como lo llamaban los vigilantes con respeto– exhibe incompetencia y probable complicidad de autoridades responsables de su custodia; es un escándalo que provoca reacción en cadena con fuertes dosis de oportunismo…
El Senado exige investigar la filtración a Televisa; los legisladores amenazan citar al Presidente de la República si se prueba que el gobierno mintió, manipulo, y negó la evidencia, afirma Roberto Gil Zuarth, líder de la cámara alta.
¿Tras la fuga del capo, se nos dijo una media verdad que termina en mentira completa?
El senador Alejandro Encinas, integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, insiste en reprochar a las autoridades federales por ocultar la evidencia; amenaza con promover acciones penales contra aquellos que se han burlado del Poder Legislativo.
Encinas también dice verdades a medias, porque si bien la comisión legislativa solicitó el video oportunamente, sabe de sobra que la autoridad está obligada a restringirla. El espíritu del artículo 59 de la Ley de Seguridad Nacional lo deja muy claro; informes y documentos cuya revelación indebida afecte la seguridad nacional, solo podrán darse a conocer cuando se encuentren concluidos.
“Nunca se ha negado la existencia de los videos”… compartirlos es otra cosa, responde al senador Encinas el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia.
Por cierto, el legislador –ex perredista– también malabarea con el artículo 60 de la misma ley al ofrecer datos que podrían estar vedados precisamente por razones de seguridad nacional, evitando su uso indebido al ser difundidos o referidos. Ojo con esa otra responsabilidad penal.
En lugar de atacar al secretario de Gobernación –quien está dispuesto a comparecer de nuevo por la fuga de El Chapo– porqué no mejor voltear a la PGR en busca de los culpables de la filtración del video. Aun cuando esa institución ha condenado el hecho, no logra quitarse la sospecha de que el documento haya salido de esas oficinas.
A tres meses del “gran escape” vaya que “el hoyo” es grande, y El Chapo, un arma letal…
EL MONJE LOCO: La politóloga Anabella Pezet Bátiz pide la palabra. Ayer escribí que ella milita en el Partido Nueva Alianza debí anotar que es priista desde hace 20 años. Mi colega en Excélsior afirma tener una larga amistad con Joel Ayala, líder de la burocracia nacional, sí, pero niega haber recibido dádiva alguna de su parte, como señalé inoportunamente. Cuentas claras, amistades largas; aplíquese la disculpa.